madresTras nueve meses con la vida germinando en su interior, el llanto de un bebé le regala el título de madre y sabe que ya todo será diferente. Es consciente que más llantos le arrebatarán el sueño en la madrugada, se prepara para los consejos futuros, los ahorros de cumpleaños, sabe que los sacrificios ya tendrán un nuevo motivo, suficiente para desafiar todo lo que parezca imposible.

Lo que fue una semilla en su vientre se ha transformado con cada calendario. El tiempo se ha vuelto experto en dejar lecciones; con los recuerdos y el presente se convence que el diccionario se queda corto para definir la palabra madre, pues el concepto no advertía de tantos episodios que la pusieron a prueba con cada decisión.

Ha pagado el precio de la incomprensión, pero lo ha asumido por el bien de quien llevó como parte de ella misma durante esos nueve meses; solo así se reconforta, aunque haya escondido sus lágrimas entre cuatro paredes para no mostrar debilidad. La maternidad se revela con el goce de muchos momentos, pero también con el temor a errar ante el compromiso de lo que implica en la realidad.

Los años acumulan las historias: la sonrisa tras escuchar por primera vez la palabra mamá con esa inocente pronunciación, las travesuras infantiles, los desvelos tras las salidas nocturnas que más de una ocasión aplazaron su cita con la almohada; sabe que cuando se es madre los triunfos de los hijos son dobles, por eso también los ha disfrutado, alimentan su orgullo.

El relato de su vida se replica con semejanzas y diferencias en las vivencias de todas las que celebran hoy, la maternidad a veces se viste de las canas y arrugasdía d elas madres Gtmo y ellas las presumen como sinónimo de experiencia y sabiduría, pero nunca de vejez, entonces uno comprende que esas canas y arrugas son tesoros vivos, tocarlas y verlas hoy, nos llena el pecho de dicha.

Algunos se arriesgan, asumen este Día de las Madres como la excepción para el abrazo, imposible de contener aunque aceche una pandemia que nos ha hecho renunciar a ellos; para otros el poder de un microscópico enemigo como el SARS-CoV-2 se traduce en la resignación a celebrar distantes de ellas, como si a la enfermedad no le resultara suficiente con limitar las muestras de afecto.

No son pocos los que invocan hoy los mejores recuerdos de otros domingos de mayo, porque para ellos esa es la única manera de tenerla cerca en esta fecha, y en la memoria sí se pueden pactar los reencuentros eternamente, bendita sea, por lo menos, esa posibilidad.

El día avanza entre los saludos, menos calurosos que el año anterior, los abrazos virtuales, la complicidad de cada flash fotográfico para inmortalizar los momentos y recordar que ni siquiera una pandemia ha podido arrebatarle a este mes la fecha y sus significados, aunque queden tantas visitas pendientes.

Mayo y su segundo domingo ahora se irán con la condena a los abrazos frustrados, el silencio de tantos lugares acostumbrados a la algarabía de una celebración, y aunque la COVID-19 hará que lo recordemos mañana de una forma diferente, poder contarlo es también parte del regalo de la vida este año.

dia de las madres 2

Comentarios   

0 #1 madrestress 11-05-2020 21:58
Simplemente hermoso. Gracias por esa visión tan linda de la maternidad...
Citar

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS