El lunes, como resultado de los graves desajustes en todo el país del comercio electrónico a través de la plataforma Tuenvio.cu, a la tienda de Guantánamo le tocará el turno de cerrar sus puertas virtuales para reabrir ocho días después, con un concepto nuevo que, de momento, no genera buenas opiniones.
Los “graves desajustes” se traducen en un aluvión de quejas y opiniones desatadas por los retrasos, las diferencias entre el inventario virtual y el real, la lentitud de la plataforma, el desabastecimiento, la devolución de dinero y las colas que, en principio, esta modalidad de comercio pretendía evitar.
Se sabe. Lo leímos en las redes sociales. Lo escuchamos en la calle. Lo reconoció incluso el presidente del país, y varios trabajos periodísticos han sacado a relucir -en el peor sentido- los muchos laberintos que pueden crecerle a la ruta que media entre el usuario potencial, el acto de la compra, y el cliente satisfecho.
Es realmente sospechoso que los productos que desaparecen en las estanterías de Tuenvío, como a golpe de vara mágica, reaparezcan en grandes cantidades casi siempre y con precios disparados -un desodorante de 1.50 CUC, casi tres veces su precio original, por ejemplo-, en las páginas de Revolico.
Pero digamos que lo mencionado es historia, que Cimex y las tiendas Caribe, que en otras provincias ya se sumó al comercio online, lograrán solucionar, en menos de cuatro semanas, lo que no han podido en varios meses -incluida una primera parada técnica para solucionar pendientes-… y centrémonos en lo que está, y lo que viene.
Según la nota de Cimex, publicada en el periódico Granma, el futuro más cercano es la venta de módulos de aseo personal y productos comestibles, con precios de 10, 15, 20 y 30 CUC.
Cada día, anunciaron también, se pondrán a la venta las ofertas disponibles según las capacidades de las tiendas -tanto de productos como de posibilidades de distribución-, hasta que se agoten; y los usuarios podrán acceder a un solo modulo en ese margen de tiempo, para evitar el acaparamiento.
Es, como hicieron notar no pocos usuarios en Internet, una solución para el comerciante -que además podrá “mover” a su antojo inventarios ociosos, como ya lo hemos visto en otras provincias- mas no para el pueblo.
Primero, porque esos precios hacen a Tuenvío menos accesible de lo que ya es, a fin de cuenta, no podemos asumir que todas las personas poseen un teléfono inteligente o una computadora con acceso a Internet, además de una tarjeta magnética asociada en Transfermóvil o Enzona.
Segundo, porque estaría bien que el módulo fuera una opción más -que podría minimizar el tiempo de compra y facilitarle la vida a los clientes menos exigentes-, pero que sea la única obliga a los usuarios a adquirir productos que no necesitan o, sencillamente, en tiempos regulares no se darían el lujo de pagar.
De modo que, si la idea de los “convoyados” es un tránsito -como debería ser, a juicio de esta periodista- lo mejor es que pase rápido…
A la tienda virtual cubana le falta diseño, mejoras informáticas, optimizar y automatizar procesos, acortar los tiempos de entrega ahora alargados a 10 días, pero sobre todo, poner en primer lugar las necesidades y los derechos de sus consumidores: algo que queda en duda para cualquiera que ocupe tiempo y megas en revisar, al margen de cualquier historia anterior, los Términos y Condiciones que anuncia esa plataforma.
Dese una vuelta por esa “pestaña”, y le aseguro que no tendrá que poner mucho esfuerzo para reconocer una política que se opone a las buenas prácticas del comercio, al más elemental respeto al cliente, y más específicamente, a la Resolución 54/2018 sobre Protección al Consumidor, que rige en Cuba.
Le falta, en definitiva, ponerse a la altura de lo necesario, de la modernidad, y de los rumbos actuales del comercio minorista…, y hacerlo rápido. Para ayer, como diría mi abuela.
Comentarios
Bueno no diría opción sino única vía
De tu envío
Los cambios deben de ser para darle opciones
Y rapidez al usuario al cliente no acomodar
A la comercio o comerciante a lo fácil
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