El 20 de noviembre de 1868, a poco más de un mes del inicio en Cuba de la lucha armada por la independencia de España, los patriotas guantanameros se sumaron al llamado de Carlos Manuel de Céspedes.

El alzamiento fue en Boca de Maca o Maca Abajo o Maca sencillamente, sitio rural de sabana localizado en el actual municipio guantanamero de Niceto Pérez, donde se produjo el levantamiento que secundó en el llamado Alto Oriente, las campanadas libertarias de la Demajagua, hace 152 años.

"El fangoso río Iguanábano y el cristalino arroyo de Maca o Arrastra Tuzas, como se le conoce, la atraviesan. La unión de estas dos corrientes se denomina Boca de Maca", a unos 20 kilómetros de la villa de Guantánamo, según la descripción del sitio en Ecured.

El suceso es relativamente poco conocido e ignorado en la historiografía cubana tradicional. "No se sabe de la existencia de recreaciones pictóricas del levantamiento de Maca, ni de retratos fotográficos o dibujados de Mánico González, su jefe, propietario de la finca de Maca, tampoco de otros principales participantes", advierte el historiador José Sánchez Guerra, coautor con Wilfredo de Jesús Campos Cremé de Los ecos de Demajagua en el Alto Oriente, investigación publicada por la editorial territorial.

Se ha establecido la existencia de un grupo local con inquietudes revolucionarias desde antes de La Demajagua. Se vinculaba con Santiago de Cuba, subordinado a Donato Mármol. Contaba con agentes en Sagua de Tánamo, Maca, Sabana Abajo, Tiguabos y El Ramón.

El colonialismo en la Villa del Guaso reprimía rudamente las disidencias. El coronel Enrique Bargés y Pombo fue nombrado expresamente por el mando español para sofocar cualquier retoño separatista en la Villa. La sociedad guantanamera era encabezada por prósperos propietarios reaccionarios e integristas.

Los patriotas guantanameros carecían de inteligencia, vínculo y comunicación directa con el mando de Céspedes. Estaban aislados en ese sentido. De modo que se acrecienta el mérito de su alzamiento en Boca de Maca, liderado por Mánico, con un indeterminado número de hombres, para concentrarse y reorganizarse bajo el mando del comandante José Bautista Rondón, jefe más prestigioso en la zona entre los insurrectos, en Sabana Abajo.

Lo propicio de Sabana Abajo es que de allí era hacendado Eduardo de Mármol, primo de Donato, uno de los próceres de la libertad cubana, quien se convertiría en el primer jefe del Ejército Libertador hasta su heroica desaparición. Tal circunstancia familiar favoreció el encauzamiento de la rebelión guantanamera.

Otros personajes del hecho histórico que vale subrayar son José Antonio Mengana, conspirador más reconocido de la Villa; el albañil Antonio Abad Garcés; don Juan Grave de Peralta; Alberto del Villar, jefe indiscutible del importante grupo de Sagua de Tánamo, y Eduardo de Mármol, dueño de la extensa hacienda ganadera de Sabana Abajo, miembro de la jefatura y enlace entre los inquietos conspiradores de Guantánamo, quien contactaba con su primo hermano Donato Mármol.

Mánico González y Pastor Burgos fueron los capitanes de Rondón en la marcha desde Sabana Abajo y la toma del poblado de Tiguabos, el 23 de noviembre de 1868. La campaña de La Demajagua había sido escuchada en Guantánamo y continúa vibrando en el camino de la Revolución Cubana.

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