leche okDiversos factores han incidido en la disminución de la producción de leche en la provincia. El incremento en espiral del valor de la leche en polvo en el mercado internacional limita cada vez más la posibilidad del país de adquirir este producto, destinado básicamente a los niños entre cero y seis años.

La nación busca atenuar el déficit del vital alimento con el suministro de leche fluida, esa que da la vaca y que, por diversas causas, sobre todo por falta de alimento y disminución de la masa, experimenta un significativo descenso productivo.

Guantánamo no escapa a esa caída productiva y a la situación en general. Más bien aquí es más tensa, por el hecho de no ser un territorio ganadero, en correspondencia con su geografía mayoritariamente montañosa.

Si en los años 80 del pasado siglo la provincia llegó a vender a la industria unos 8 millones de litros de leche, en el 2024, sumado ese destino y Comercio (lo que se considera el encargo estatal), apenas logró 3 millones 117 mil 100 litros. Si bien esa cantidad representó el cumplimiento del plan, la realidad es que es muy baja y no alcanza para cubrir las necesidades mínimas del territorio.

Por esa razón, es imposible entregar un litro de leche diario a los niños de cero a seis años, y se hace cada dos días, con sitios incluso en que este período es mayor.

Ante esta realidad el Partido y el Gobierno en la provincia analizan diariamente con la Agricultura, Lácteos, Comercio y otros organismos implicados el comportamiento de los acopios y la comercialización.

Es un “gardeo” riguroso, exigente, destinado a movilizar mejor a las fuerzas productivas y a concientizar a cada productor de la necesidad de entregar hasta el último litro de leche posible.

En esta situación es inadmisible el desvío del alimento, y su destino para la elaboración de queso y yogur.

Son disímiles las causas que determinan la baja producción, pero solo mencionaremos las que consideramos principales: la falta de alimento y agua para la masa, que sumado al mal manejo ocasiona cuantiosas muertes; la escasez de insumos para la actividad, de inversiones en el sector ganadero y el omnipresente hurto y sacrificio ilegal.

Niceto Pérez, el municipio con más potencial ganadero en el territorio, está prácticamente seco, pues en 2024 no llovió ni siquiera con el paso del huracán Oscar. Allí están sin agua sus arroyos, lagunas, tranques y otras fuentes de abasto. De ahí que incumpliera con los acopios en el mencionado período.

Es una realidad que a los productores, para no hablar de pienso, les faltan alimentos como miel, urea, bagacillo; e insumos como alambres y grapas. También han afrontado dificultades con el pago de dinero en efectivo, todo lo cual dificulta la actividad y exige de ellos más trabajo.

Solicito poner atención a estas cifras: solo en 2024 la provincia perdió 7 mil cabezas por hurto y sacrificio ilegal, de las cuales 3 mil 800 fueron vacas, en su mayoría incorporadas a la producción de leche.

Otras 5 mil reses murieron por desnutrición, falta de agua y mal manejo.

La suma de esos problemas ha determinado que cada vez haya menos reses en la provincia y, de hecho, menos leche, un renglón vital en la alimentación humana, sobre todo la infantil.

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