El pitcheo del Guaso sigue siendo castigado, mientras el bateo aumenta su deuda. Con solo dos victorias y 13 derrotas durante las seis subseries que de forma completa se celebraron en el mes de noviembre, el equipo de los Indios del Guaso sigue en picada en la 60 Serie Nacional de Béisbol, lid donde al iniciar diciembre marchaban en el penúltimo lugar con 15 sonrisas y 37 descalabros.
Si hasta octubre se vio un team combativo y con grandes posibilidades de cumplir su compromiso pre-competencia de quedar del octavo al duodécimo puesto, lo cierto es que los últimos desempeños vaticinan su ubicación final en el fondo de la tabla.
El pitcheo sigue siendo el punto “más flaco” de los Indios, con un promedio de carreras limpias colectivo de 6.71, muy superior al 5.17 de la Serie y solo mejor que el 7.43 de los Cazadores de Artemisa.
Las 308 bases por bolas, con solo 243 ponches, hablan del descontrol que impera en el joven cuerpo de lanzadores extremo oriental, donde varios logran pasar las 90 millas por hora de velocidad en las rectas, pero pasan trabajo para encontrarse con el strike. También es evidente que prima mucha nobleza en los envíos, pues es el conjunto al que más jonrones le conectan con 57 –han permitido 507 hits.
Por otro lado, la ofensiva del Guaso sigue en deuda para impulsar a la hora buena y en general produce menos que lo que hacía hasta finales de octubre, cuando tenía alrededor de 291 de averaje y hasta este martes había descendido hasta 277, el cuarto más bajo de una campaña donde se promedia para 297.
A eso se le puede sumar que es la novena que más se poncha (287 acumulados hasta el martes), la quinta que menos carreras anota (244) y su producción de vuela cercas, tan respetada en el primer tercio del evento, ha pasado en ese apartado del segundo escaño al octavo (36).
En lo táctico quedan tareas pendientes, ya bastante viejas, en el corrido de las bases, al pararse en el cajón de bateo o los pitchers para seleccionar los lanzamientos, todas claves. A estos problemas se une que en ocasiones se demora o apura el cambio de un serpentinero, y que la dirección se aferra como generalidad a los jugadores habituales al campo, hasta cuando no andan cumpliendo, mientras desde la banca muchos jóvenes esperan su oportunidad –tienen participación, pero al fijarme en los malos resultados, creo podría ser mayor el protagonismo para como mínimo adquirir más experiencia.
En lo único que los Indios mantienen un buen resultado es a la defensa, donde con 977 de averaje se mantienen en el tercer puesto, algo que demuestra al menos un avance para superar escollos de los últimos torneos –sobre todo en torno a la línea central del cuadro.
La 60 Serie ya se encuentra en su último tercio y varios equipos disputan los puestos de clasificación. Los guantanameros tienen esperanzas, pero tendrían que ganar y ganar para poder abrirse una posibilidad, algo que siendo sincero veo difícil.
Ante lo complicado de ese panorama lo único que les pido a nuestro peloteros en esta recta final de la lid, es que levanten la combatividad para al menos dejar un buen sabor en la fanaticada que aunque por la COVID-19 no ha podido asistir a las gradas del estadio Van Troi, siguen por radio o internet cada choque y sonríen con las victorias y lloran con los fracasos.
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