El lago de Resia es un dique artificial ubicado en la porción occidental de la italiana provincia de Bolzano-Bozen, cerca del paso de Resia y a dos kilómetros de la frontera austriaca. Tiene una capacidad de 120 millones de metros cúbicos por lo que es considerado el más grande de la provincia.
La idea surgió a comienzos del siglo XX, pero los trabajos tardaron varios años en terminar debido a las dos guerras mundiales. A pesar de las dificultades económicas después de la Segunda Guerra Mundial, el dique se terminó y quedó inaugurado en el verano de 1949.
Con la creación del lago artificial el pueblo de Curon Venosta y parte del pueblo de Resia fue sumergido completamente por las aguas, por lo que fueron destruidas 163 casas y 523 hectáreas de tierra cultivable. Actualmente sólo se ve el campanario de la iglesia de Santa Caterina y en invierno, cuando el lago está helado, se puede llegar a la torre caminando.
Cuenta la leyenda que aún se pueden oír las campanas sonando, sin embargo se quitaron de la fortificación el 18 de julio de 1950, una semana antes de que se demoliera la iglesia y se formara el lago.
En los últimos años se restauró la torre y hasta se llegó a bajar el nivel del agua en el dique para permitir los trabajos.
El lago de Resia es hoy destino de muchas excursiones durante todo el año y visitado principalmente por practicantes de kite surf, esquí de fondo, patinaje sobre hielo y trineo a vela.
