embajador ecuador2Foto: Lorenzo Crespo Silveira

El excelentísimo señor Edgar Ponce Iturriaga, Embajador de la República de Ecuador en Cuba, expresó el apoyo de su gobierno y pueblo a la causa de Cuba al exigir la devolución de la ilegal baseque mantiene Los Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo desde 1903.

La base, aseguró en una Conferencia Magistral durante el IV Seminario por la Paz y la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, además de ilegal y violatoria de leyes internacionales desconoce la reciente proclamación de América Latina y el Caribe como una zona de paz, realizada por la segunda Cumbre de la CELAC en La Habana, en el año 2014.

Ecuador, reconoció, también fue víctima de la presencia de bases similares a la de la provincia, y ejemplificó que debido a la militarización del puerto de Manta los pescadores locales tampoco podían trabajar y ello aumentó el desempleo, la migración y la pobreza.

La base de Manta, dijo, no sólo servía para que el ejército de Los Estados Unidos supervisara el tráfico de drogas sino para controlar la migración y entregar información y soporte logístico a la guerra antiguerrilla en Colombia.

En medio de este panorama, rememoró, es nombrado por el pueblo el presidente Rafael Correa que prometió no renovar el convenio de la base de Manta, que fue la concreción de una política de gobierno que no quiere bases de corte militar extranjeras de ningún tipo ni bajo ningún concepto.

Con la salida de los militares norteamericanos, en septiembre de 2009, se puso fin a un enclave establecido en 1999 en un territorio entregado inconstitucionalmente por el presidente de derecha Jamil Mahuad  y se recuperó la soberanía sobre esa parte de nuestro territorio.

El diplomático apuntó que los tentáculos imperiales aprisionan al mundo pero Ecuador, pequeño país en la mitad del mundo, cortó uno de esos tentáculos al expulsar de su territorio a quienes durante 16 años ocuparon la base aérea de Manta, que fue los oídos y ojos del Plan Colombia.

Además, su sofisticado sistema integrado de inteligencia electrónica proporcionaba datos de inteligencia en tiempo real de la guerrilla de las FARC y permitía que estos fueran usados por los tres batallones contrainsurgentes entrenados por Los Estados Unidos, de mil hombres cada uno.

Ecuador, aseguró, nunca más tendrá bases militares en nuestro suelo patrio, mientras esté dirigido por un gobierno con los principios del presidente Rafael Correa, porque hoy vemos preocupados lo que puede ocurrir cuando despertamos con la información de que la derecha vuelve a controlar un país tan querido como Argentina.

Que nadie se llame a engaño, alertó Ponce Iturriaga, Estados Unidos quiere el mundo en sus garras, según se demuestra en cada una de las doctrinas de los administradores de turno del imperio desde el siglo XIX, y queda claro que para ese objetivo son las bases navales, terrestres o aeronavales diseminadas por el planeta.

Los pueblos protestan, abundó, y exigen a sus gobiernos que expulsen a los militares y mercenarios de su suelo. El panorama con las bases es tétrico y por eso el sentimiento antiimperialista crece con fuerza. La repulsión generalizada al militarismo a la prepotencia y guerras imperiales es un presagio del fin del poder imperial.

Por suerte, enfatizó el diplomático ecuatoriano, hoy los pueblos despiertan de sus letargos y deciden luchar por rescatar la dignidad nacional ofendida por sus gobernantes lacayos que cedieron en su tiempo parte de la soberanía del planisferio.

Las bases militares extranjeras y cualquier otra estructura usada para la guerra y la agresión, viola los derechos humanos y oprime a los pueblos sobre todo a los indígenas, afrodescendientes, mujeres, niños y niñas y destruye las comunidades y el medio ambiente.

Creemos, expresó, que otro mundo es posible y ello nos obliga a unir nuestros esfuerzos por la justifica global que implica la abolición de todas las bases mili extranjeras en el mundo.

Quiero recordar con ustedes la Cumbre de la Celac en 2014 cuando se declaró a América Latina y el Caribe como zona de paz, pues para que sea una indestructible zona de paz debemos erradicar las bases, que son posesiones extraterritoriales del imperialismo usadas como plataformas para atacar a nuestros pueblos y países hermanos.

Estados Unidos mantiene una base navalen Cuba, contra la voluntad de gobierno y pueblo y desde enero de 2002 ubicó en el sector este el centro de detención para alojar a prisioneros de la llamada guerra global contra terrorismo. Esta nueva prisión se caracteriza por tratos inhumanos que le otorgaron una reputación tan bochornosa como su ilegal ocupación.

Las máximas autoridades cubanas han reiterado que no aceptarán ninguna negociación que no sea la retirada incondicional de las tropas acartonadas allí. La Revolución, por otra parte, no ha aceptado jamás un solo centavo del ignominioso pacto que hiere la soberanía nacional con la ocupación en Guantánamo.

Aún cuando Cuba abogó siempre por el diálogo respetuoso antes y después de las relaciones con Estados Unidos, el presidente Raúl Castro ha reiterado que para dar pasos sólidos en el acercamiento entre los dos países, la Casa Blanca tendrá que levantar genocida bloqueo, y devolver la base.

Hagamos, llamó finalmente, una causa de la humanidad el retorno del territorio ocupado ilegalmente en Guantánamo para que este proceso de normalización que constituye un elemento de estabilidad para la región.

Consideramos, argumentó, que la devolución del territorio que ocupa la base naval en Guantánamo debe ser el elemento relevante de este proceso mediante el diálogo bilateral apegado al derecho internacional.

Los pueblos de América y el mundo seguiremos apoyando a Cuba en su justo reclamo y continuaremos defendiendo su integridad, independencia y soberanía. Esperamos que realmente se cumpla el sueño de Fidel de, algún día, poder convertir las instalaciones de la base en escuelas.

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