1022 santiago ctc5El movimiento obrero es uno de los pilares que sustentan a la Revolución, y su protagonismo en la construcción del nuevo modelo económico es fundamental, como fue ratificado por los sindicalistas santiagueros en la Conferencia 21 Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba.

Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y secretario general de la CTC, presidió esta novena reunión del país celebrada el domingo, previa al Congreso que se efectuará en el mes de enero de 2019 en La Habana.

En el Teatro Heredia, de esta urbe, el máximo dirigente de la CTC  anunció que evocarán los 60 años del Congreso Obrero en Armas en Soledad de Mayarí Arriba, municipio de Segundo Frente,  exactamente en el mismo lugar donde los días 8 y 9 de diciembre de 1958  se desarrolló esa cita histórica.

Aunque se reafirmó que el salario es una de las mayores inquietudes de los trabajadores, Guilarte explicó los avances y argumentos que se tienen en cuenta para implementar una reforma salarial que pasa por la doble moneda, volumen de bienes y producción de los mismos, así como la cuantía de la canasta familiar por mes.

Durante las intervenciones, los 299 delegados se pronunciaron por perfeccionar el funcionamiento sindical para incorporar y movilizar a los afiliados en el cumplimiento de los planes, y para legitimar los espacios ganados en medio de las transformaciones para lograr un socialismo próspero y sostenible.

En ese sentido, habló Alismay Suárez, de la Planta Procesadora de Café Rolando Ayud, del municipio de Contramaestre, que beneficia el 57 por ciento del grano que se exporta y más del 70 por ciento del consumo nacional.

Desde su experiencia, Suárez se refirió a los debates en las asambleas de base que contribuyen a impulsar planes, buscar alternativas ante las dificultades financieras y estimularar a los de mejor desempeño, especialmente en los sectores que son estratégicos para sustituir importaciones y producir alimentos para el pueblo.

De igual modo, Euclides González, del central Paquito Rosales, en San Luis, ratificó el compromiso de los azucareros de cumplir con la zafra 2018-2019, para lo cual empezaron temprano las reparaciones, con la intención de arrancar los molinos el venidero mes de noviembre.

Sobre el aporte a la economía cubana, los presentes también se pronunciaron por involucrarse más en el conocimiento de los principales indicadores y cómo hacerlos tangibles desde sus puestos de labor.

Al decir de Alejandro Ferrán, delegado por el Sindicato de Industrias, términos como productividad, eficiencia, costos, gastos, inventarios y sus esencias tienen que ser de dominio de los obreros e incorporarlos a su diálogo como arma para combatir el robo, la corrupción y el desvío de recursos, que lastran la moral y el prestigio de los colectivos de trabajadores.

Hilda Tamayo, del sector de comercio y gastronomía, refrendó esas palabras con las acciones que ponen en práctica para frenar esas manifestaciones negativas en el Coppelia La Arboleda, en esta urbe, declarado Unidad Modelo en los Servicios.

En ese punto Beatriz Johnson, Vicepresidenta del Consejo de Estado y Presidenta del Gobierno provincial, detalló la estrategia que para el reordenamiento de esa importante rama se realiza actualmente en los nueve municipios.

Johnson mencionó medidas que concentran las redes de comercio, mejoras de las condiciones para los trabajadores, informatización de la labor y otras que capitalizan esas empresas, porque el 90 por ciento de los ingresos del territorio provienen de las mismas.

Aprobado el informe central, los delegados ratificaron a María de los Ángeles Cordero Tamayo secretaria general de la CTC en el territorio y eligieron a los 11 miembros del Secretariado ejecutivo provincial.

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