luis baez vigiliaFoto: José.M. Correa Armas

Hay hombres que se perpetúan en la memoria colectiva de su pueblo, por las lecciones constantes de profesionalidad y humanismo, y su entrega a la causa de la verdad y la justicia. Esos hombres no se despiden nunca de la vida, como no dirá nunca adiós Luis Báez Hernández, quien falleció este lunes en La Habana, dejando una impronta en el periodismo cubano que trasciende los límites de la mera existencia física.

“Fue un periodista audaz, íntegro, siempre detrás de la noticia importante. Nunca claudicó a sus principios revolucionarios. Acom­pañó al Comandante en Jefe y fue fiel a su ideario. Perdemos a un hombre que es ejemplo del periodismo contemporáneo”, dijo Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, a este diario, que fuera también el diario de Luis Báez, en el homenaje de recordación que hicieron amigos y colegas en la funeraria de Calzada y K, antes de salir en cortejo fúnebre hasta el cementerio de Colón.

Para Pedro Martínez Pires, subdirector general de Radio Habana Cuba, no fue difícil definir a Luis Báez: “gran reportero y ami­go de muchos años. Lo conocí en Ju­ventud Rebelde, donde él tenía una sección muy problemática. Lo recordaré siempre con mu­cho afecto y respeto”.

“Pertenezco al grupo de compañeros que tuvo la suerte y el privilegio de trabajar junto con él y aprender de su sapiencia, de su disposición siempre para ayudar, enseñar, poner sus conocimientos vastísimos a favor del colectivo de compañeros. Es una pérdida para el periodismo su momentánea salida de la vida, ese pequeño escape, porque los hombres como él no se despiden fácilmente”, asintió José Luis Ponce Caraballo, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Ricardo Alarcón de Quesada y Juan Marrero, dos compañeros de la Escuela de Periodismo Manuel Márquez Sterling, lo recuerdan en lo que fue el afán de su vida: Fidel y el periodismo. “Un fidelista de nacimiento y un revolucionario hasta el último instante. Para él el periodismo era la vida, y la vida era el periodismo. Además realizó un periodismo siempre leal con la verdad y con su pueblo”, afirmó el primero;  “humano, sensible, muy fiel y leal a la Revolución, a Fidel, al Partido, y a sus amigos. Todos aspirábamos a ser como él, pero él era irrepetible”, continuó el segundo.

¿Cuál es la última?, es la pregunta que muchos extrañarán de quien nunca se cansó de escudriñar y rastrear la noticia hasta encontrarla. Así lo confirmaron varios amigos, entre ellos la periodista Arleen Rodríguez Derivet, que en sus palabras de despedida atestiguó: “Me voy con el dolor de que ya no tendremos nadie que nos llame a las once, a las doce de la noche, a la una de la madrugada para preguntar cuál es la última, y uno le decía siempre la última la tienes tú”.

“Luis es el periodismo del siglo XX, el de la prensa escrita por excelencia, con olor a tinta y el sonido de voces agitando el cierre… Con Luis en el primer viaje al exterior que compartimos aprendí qué significa no dormir mientras la noticia está despierta. La noticia era Fidel. De una docena de periodistas que lo acompañamos a España, solo él supo cuando partió Fidel para Cuba”, dijo.

Así, se convirtió este en un momento para recordar al Premio Nacional de Periodismo José Martí, al autor de casi una treintena de libros, entre ellos Absuelto por la historia, Los que se fueron, Los que se quedaron, Secretos de Generales, y numerosas obras dedicadas al líder histórico de la Revolución Cubana, con una simbiosis entre la nostalgia y la satisfacción por haber contado con su amistad y su pluma ardiente.

Fundador de la Unión de Periodistas de Cuba y el diario Granma, periodista de Ju­ventud Rebelde, la Revista Bohemia y Prensa Latina, reportero de Girón y de numerosos acontecimientos y personalidades históricas, Luis Báez estará siempre entre los buenos que escapan furtivos de la muerte.

Fuente: Periódico Granma

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