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Cuando Elisbeth Gámez no salía del río en Baracoa siendo niña, nunca pensó que a la vuelta de los años comenzaría a fraguar su progresión con una presea de bronce en los 200 metros estilo libre (cronometró 2:02.08 minutos), como parte de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014.

 

Hoy, con el peso de tres coronas en la Copa Marcelo Salado y la marca A clasificatoria exigida para los Panamericanos de Toronto, la ondina considera que convertirse en finalista sería un sueño.

—Tuviste un año 2014 de mucha progresión, ¿la fórmula?

—Fue muy intenso, de preparación constante para varias competencias fundamentales, la primera de ellas los II Juegos Olímpicos de la Juventud en Nanjing. Allí resultó donde primero hice 2:02 y fracción. Luego competí en el Festival Panamericano de México, aunque allí nadé 50, 100 y 200. En esta última distancia la altura me afectó y no salió un buen resultado.

—¿Por qué las distancias de medio fondo como fortalezas?

—Inicié en el estilo libre con ocho años, fue en el que primero llegaron los resultados. Después de Londres entré en el equipo nacional y siempre me gustaron los 200 y 400 metros, consideradas distancias de medio fondo. Debe ser por la combinación de potencia y resistencia. Muy importante en mis progresos ha sido mi entrenadora Miagmary Calderón, quien también fue fondista.

—¿Principales virtudes y qué debes de mejorar técnicamente?

—La brazada y el pateo son mis mayores recursos, especialmente el pateo pues contribuye mucho al desplazamiento en el agua. Debo mejorar técnicamente en la arrancada y la vuelta. En la primera imprimirle mayor potencia e impulso a la tirada, pues caigo muy cerca, y en el giro no pegarme tanto y luego "delfinear" (movimiento oscilatorio subacuático) mejor, pues salgo a bracear muy pronto y eso limita mis fuerzas.

—¿Cuántos kilómetros sueles nadar a tono con la etapa de preparación y qué aspiraciones tienes de cara al futuro inmediato?

En etapa general nado un máximo de 75 kilómetros semanales, luego en la llamada puesta en forma disminuyo los volúmenes y trabajo la intensidad. Eso se traduce en 34. Aspiraciones, ser finalista en Toronto y luego mejorar mis resultados del Mundial de Barcelona 2013 en el de Rusia este año.

Ambiciones bien claras las de la ondina de 1.65 metros y 58 kg, quien confesó que su peso ideal es 56 y que le agradece a su hermana Yudira Matos el haberla iniciado en la natación

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