angelÁngel Herrera a la izquierda.El boxeador Ángel Herrera Vera todavía es recordado por su potente ritmo de golpes, su fortaleza en los intercambios y su poderosa pegada con ambas manos. Su nombre forma parte de la amplia lista de luminarias del deporte guantanamero, afirmación avalada por sus dos medallas doradas olímpicas e igual cantidad de coronas mundiales, a las que sumó seis títulos nacionales y preseas en diferentes eventos.

Nacido en Guantánamo el dos de agosto de 1957, no fue hasta los 16 años que decidió comenzar a practicar boxeo en el gimnasio José María Chibás de la urbe del Guaso; pero como dice el dicharacho "más vale tarde que nunca" y de inmediato comenzó a dar muestras de su gran nivel y en 1972 se colgó su primera corona al ganar el Campeonato Nacional Juvenil en la división de 60 kilogramos.

Con su segundo lugar en el Torneo Playa Girón de 1973 logró acceder a la preselección nacional, donde mejoró sobre todo sus condiciones físicas y resultados hasta convertirse en el representante de Cuba en los 57 kilogramos en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, donde resultó campeón y fue señalado como gran revelación del apartado boxístico de esa cita multideportiva al enviar a la lona con un recto de izquierda en el segundo asalto de la final al conocido alemán Richard Nowakowski.

Su debut en eventos del orbe lo hizo en 1978 en Belgrado, capital de la antigua Yugoslavia, donde llegó con el aval de ser el número uno del ranking internacional durante las dos temporadas precedentes, algo que refirmó al lograr escalar a lo más alto del podio sin grandes contratiempos.

Dos años más tarde, tras perder en la discusión del título nacional frente al entonces prometedor joven Adolfo Horta –que años después se convirtió en uno de los mejores púgiles cubanos de todos los tiempos-, las autoridades boxísticas de nuestro país decidieron subirlo a los 60 kilogramos, pues se le hacía difícil hacer el peso en los 57.

Adaptado con rapidez a su nueva división, comenzó a cosechar metales de diferentes colores en diversos eventos dentro y fuera del patio, lo que le permitió asistir a los Juegos Olímpicos de Moscú, Rusia 1980, evento en el que consiguió su segundo metal dorado bajo "los cinco aros" –no tuvo la posibilidad de discutir un tercero ya que Cuba no asistió a las olimpiadas de Los Ángeles, Estados Unidos 1984, en solidaridad con la antigua URSS.

Por su parte, su doblete de metales de oro en Campeonatos mundiales lo completó al triunfar en la lid del orbe de Munich, Alemania 1982, donde ganó 3-2 en la finalísima frente al estadounidense Pernel Whitaker.

Tras su segundo lugar en los Juegos Panamericanos de Caracas, Venezuela 1983, decidió retirarse del deporte activo. A sus dos títulos en olimpiadas y mundiales, sumó seis en los Campeonatos nacionales Playa Girón y siete en los internacionales Giraldo Córdova Cardín. En total ganó en 225 peleas y solo perdió en 12 ocasiones, resultados por los que fue seleccionado como uno de los mejores 100 deportistas cubanos del siglo XX.

En 2014, el exboxeador cienfueguero Julio González Valladares –ganador de varias fajas a nivel mundial, panamericano y centroamericano-, ante una pregunta en el semanario deportivo JIT sobre a quién consideraba el mejor 60 kilos de Cuba, respondió: "Adolfo Horta fue muy completo, con manejo de las tres distancias, rápido, técnico y de buena pegada, y Ángel Herrera, que era fuerte, de excelente preparación física y hacía fallar mucho a los contrarios".

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