Adrián Laffita Malé, director técnico del equipo femenino de baloncesto de Guantánamo que obtuvo el segundo lugar en la Liga Superior en 2016 y se propone ir por la corona en el presente. Foto: Leonel Escalona Furones
El basquetbolista, además del talento innato o adquirido, necesita saber jugar en equipo y con sabiduría para lograr la victoria de un campeonato, afirma Adrián Laffita Malé, “el White”, director técnico del equipo femenino de baloncesto de Guantánamo.
Él, desde los 12 años se involucró con las canchas, los aros… y como atleta transitó las diferentes categorías hasta licenciarse en Cultura Física, lo cual le favoreció adquirir las mañas necesarias para en el futuro, crear y dirigir el plantel de muchachas baloncestistas del Guaso.
“Para finales del 90, en la provincia, solo existía el equipo masculino de básquet y era prioridad, entonces, confeccionar el de mujeres. Varios entrenadores y yo nos dimos la tarea de captar estudiantes de primaria, entre ellas, Clenia Noblet, con 11 años, para así comenzar a forjar la cantera de esa modalidad deportiva.
“Tras materializar lo propuesto llegaron los primeros resultados: en la categoría 13-14 fuimos subcampeones nacionales, mientras en la 15-16 ocupábamos el primer lugar, y las juveniles se colaban, por tercer año consecutivo en el podio, con dos metales bronceados y uno dorado.
“En la primera presentación del conjunto de mayores, o sea, primera categoría resultamos cuarto”, rememora el entrenador, quien durante dos años estuvo al frente de la selección juvenil nacional y otros tres como miembro del equipo técnico, hasta que salió a cumplir misión internacionalista en la República Bolivariana de Venezuela.
Al regresar a la patria y a Guantánamo, continuó con el fogueo del equipo de mayores, con las cuales alcanzó el segundo lugar en la Liga Superior de 2016, resultado que pretenden ratificar o superar para esta temporada.
Para encestar con precisión
De los deportistas no solo depende la actuación y triunfo del equipo, asegura Laffita Malé. Los entrenadores también tienen gran responsabilidad en el juego, es insuficiente trazar la estrategia perfecta en el tabloncillo o tener las deportistas más técnicas, sino las enseñas desde la base a ser unidas y reconocer el trabajo de todas las posiciones.
“Los atletas, sin importar el deporte, deben, antes de todo, trazarse metas y estar conscientes de que la pista tendrá baches, desafíos que serán capaces de saltar solo si son confiados, persistentes, disciplinados y no se desvinculan de la preparación.
“A mis muchachas les exijo sistematicidad en los entrenamientos, pues solo así mejorarán las condiciones físicas, psicológica y fortalecerán el pensamiento técnico-táctico, tanto en la ofensiva como la defensiva”, explica, quien acumula más una década de experiencia profesional.
La relación con sus atletas, ratifica Laffita Malé, es fuerte. “También las apoyo fuera del terreno, en lo personal, les doy confianza suficiente para resolver juntos cualquier problema, lo que sí no puede faltar es la comunicación y mucho menos desconcentrarse en la cancha”, precisa la fórmula para la encestada perfecta.
Dos veces, las muchachas de Laffita, estuvieron a un escaño de la corona, “para esta Liga aspiramos al oro, pues vamos con espíritu y mente de campeones”, concluye el director técnico, mientras reafirma su amor por el baloncesto, su disposición de ser mejor entrenador, además de continuar garantizando resultados satisfactorios.
