Foto: Lorenzo Crespo Silveira
Dice Doralis Lora Revé que los periodistas y las cámaras la ponen nerviosa, pero lo cierto es que cuando gana en confianza, no puede evitar mostrarse tan natural como es: humilde, activa y entusiasta, multifacética y decidida. A ella no la detiene barrera alguna.
El deporte es su pasión, aunque de profesión es profesora y en sus tiempos libres, cuando termina de compartir tareas en la casa con su esposo y sus dos hijos, la poesía le presta sus musas para que suelte su imaginación en versos.
Con 14 años ligada a las aulas de la hoy Escuela de Integración Deportiva Rafael Freyre, impartiendo la asignatura Geografía (en sus inicios daba lecciones de otras ciencias), todavía no sale de la sorpresa de recibir la condición de mejor docente del deporte en el país, reconocimiento entregado en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana, en la clausura de los 50 Juegos Escolares Nacionales, en el período estival.
¿Pero su relación con el deporte tiene más de 14 años?
En efecto, vengo de una familia de deportistas y desde pequeñita veía a mis cuatro hermanos practicando alguna u otra especialidad. Ya con ocho años, a pesar de no ser muy alta, ingreso en baloncesto a la EIDE, por ese entonces ubicada cerca del poblado La Jabilla, en la carretera a Caimanera.
Estuve en la enseñaza deportiva hasta 12 grado, momento en que las presiones maternales me hicieron alejarme de la carrera de Cultura Física que tanto deseaba, por eso de que ya eran muchos los deportistas en casa, y fue cuando me fui a estudiar Geografía en el entonces Instituto Superior Pedagógico Raúl Gómez García.
Pero allí no dejé de participar en las Universiadas, e incluso pude atesorar una medalla de bronce nacional. Ya graduada, trato de venir a la EIDE como "profe" pero no había capacidad y tuve que irme a San Antonio del Sur y esperar hasta que hubo un "huequito" y ya vez, son ahorita 15 años batallando aquí.
Impartir clases a deportistas me imagino tiene sus especificidades. ¿Cuál es su receta?
Lo primero es amar el deporte, sentirte una atleta más, sin eso es imposible comprender y llegar con buena efectividad a los estudiantes. Hay que conocer bien lo que hacen, el sistema de entrenamiento que llevan y el momento en que se encuentran dentro de él, los retos que les esperan, en fin, todo.
Después de una mañana de ejercicio físico un alumno no llega igual que el que viene de su casa en cualquier otra escuela. Por lo general llegan cansados, y uno tiene que saber que hicieron en la mañana, tratar de relacionar la materia a impartir en el día con sus especialidades, y endulzarlos para que atiendan.
En la docencia en el deporte la atención individual es fundamental, vincularse con la familia y en conjunto con ella exigir por el estudio independiente para que se pueda profundizar en los contenidos y recuperar en caso de haber estado en alguna competición.
La comunicación, las iniciativas, la planificación, el sacrificio van implícito en quienes educamos en este tipo de centro. Yo trato de ser su amiga, que me tengan confianza para contarme cualquier problema, e intento llegarles de las formas más variadas y dinámicas, lo mismo les hago un poema para mover la clase, que les cuento una anécdota, y los acompaño tanto en el aula como en los terrenos como si fueran mis hijos.
El año pasado fui profesora guía de un grupo donde se fusionaban los muchachos del béisbol sub 15 y cinco del balonmano, y me iba lo mismo a ver como entrenaban que a apoyarlos en las competencias. Cuando quedaron subcampeones en el torneo nacional de su categoría en Granma, allí estuve dentro de la comisión de embullo.
Y cómo logra hacer todo eso y atender la familia.
No es tarea fácil, pero se logra. Cuando las cosas salen del corazón no hay quien las detenga, y si se tiene el apoyo que me brinda mi esposo e hijos, entonces con planificación todo se puede.
Premio esperado o sorpresivo.
Totalmente sorpresivo, uno trabaja cantidad pero no cree que siempre otros se den cuenta. Cuando me lo comunicaron no sabía que hacer y ya allá en La Habana, dentro de ese histórico Coliseo, y con tantas glorias deportivas presentes, simplemente se me oprimió el pecho, se me "aguaron" los ojos y me dije a mi misma: ahora si tienes tremendo compromiso y no puedes defraudar ni a tus estudiantes, ni a tu compañeros, ni a tu familia.
Camino futuro.
Seguir impartiendo mis clases con calidad y amor y llegando bien a mis estudiantes. Ahora tengo como guía un grupo de octavo grado, que une 34 atletas de kárate, judo, fútbol femenino, esgrima, ciclismo, voleibol y lucha, que por su diversidad me imponen nuevos retos, pero se que no voy a defraudar. En el aula, en el terreno y hasta en la beca me verán activa como una atleta más.

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