Comenzó el verano y con él la algarabía de todo un pueblo ávido de entretenimiento y esparcimiento para estos días de vacaciones, y para ello el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Índer), inauguró -en la plaza polifuncional Pedro A. Pérez- la etapa veraniega con un Festival Gigante Deportivo Recreativo.
Allí, más de cinco áreas estuvieron destinadas al disfrute de los guantanameros, quienes realizaron junto con profesionales del Índer una exhibición gimnástica, además de una sanabanda.
A estas demostraciones se sumaron los adultos mayores, quienes imponiéndose al fuerte sol hicieron gala de sus habilidades y flexibilidad, mientras danzaban las rutinas del tai chi al ritmo de una suave melodía.
Por otro lado de la plaza estaban los pequeños de más energía midiendo sus fuerzas en los diferentes juegos tradicionales: carrera con saco, tracción de la soga, carrera de velocidad, entre otros. Los niños menos traviesos intranquilizaban sus neuronas buscando la mejor jugada en el tablero de ajedrez, dama, parchí o en la mesa del dominó.
De repente cesan las actividades y se teje un cordón humano. Un Lobo Siberiano comienza a caminar alrededor de las personas indicando, que partir de entonces comenzaría el tiempo de los canes.
Perros de diferentes razas deleitaron al público con sus dotes de obediencia, mostrada durante media hora, mientras ejecutaban con precisión todas las órdenes emitidas por sus dueños.
Tras esta actuación continuaron las actividades con una exhibición de Kárate, y posteriormente se premiaron a los ganadores del concurso sobre los carteles más originales que daban la bienvenida al verano.
Además de estas actividades, en la cabecera municipal se realizaron otras acciones para inaugurar la etapa más calurosa del año. En la cuadra del boulevard de Crombet entre Pedro A. Pérez y Calixto García, a las afueras del restaurante 1870, en el centro de la ciudad de Guantánamo, trabajadores de la entidad exponían y comercializaban refrescantes cocteles: Sangría, Cubalibre, Achampañado y Piña Colada, entre otros apetecibles y fríos tragos.
A pocos metros de allí, artistas aficionados y profesionales, tocaban sus guitarras y bailaban para amenizar también con arte, esa parte de la ciudad…