trump embajador britanicvo

La Casa Blanca afronta otro incómodo suceso: la renuncia del Embajador de Gran Bretaña en Washington, Kim Darroch.

Antecedido por un collar de trifulcas en la Mansión Ejecutiva, el hecho podría imponer nuevas dudas sobre la presidencia.

¿Su punto más sensible? Que ahora ese fuerte arañazo tiene lugar con el aliado más importante del Gobierno estadounidense.

Baste observar el tono empleado por ambas partes y se tiene una idea respecto hasta dónde llega el conflicto.

Una explosiva filtración de cables secretos desnudó el verdadero pensamiento de la misión británica en Washington.

Entre otras cosas escribieron que Trump es un “inepto”, y la Casa Blanca un gran caos.

No se prolongó mucho la renuncia del embajador de Londres, tuvo lugar este miércoles.

Comentando lo sucedido, la Associated Press (AP), escribió:

Avergonzó a dos países que se jactan de su “relación especial”.

Por otro lado, Trump enfiló sus cañones contra Darroch, a quien calificó de “chiflado” y de “idiota pomposo”.

En los cables filtrados, el diplomático también había descrito a Trump como disfuncional.

La primera ministra británica, Theresa May, lamentó la renuncia de su embajador, y destacó que “un buen gobierno depende de que los funcionarios puedan dar consejos plenos y francos”.

¿Cuándo se produce esto? En medio de un incipiente proceso electoral plagado ya de acechanzas y duras refriegas.

Sobre el aspirante presidencial hasta aquí más fuerte, Trump, existen delicadas interrogantes.

Una de ellas vinculada a la evolución de la economía en un mundo sumamente complejo.

Otra, a la posible división entre las fuerzas que le acompañan, hasta el momento relativamente unidas.

En un escenario como este, muy acechado por la jefatura demócrata y su aparato electoral, una fractura con su aliado mayor no representa un punto a favor.

Si hubiese sido necesario un incidente que avalara lo escrito por el embajador Kim Darroch, sobre el presidente “inepto”, aquí se corroboró.

Un calificativo repetido en público y privado por las más disímiles voces, así como transformado en una suerte de mención obligada para humoristas y críticos de la actual política oficial de Washington.

Eso último con un énfasis especial en el ácido mundo de Hollywood.

¿Logrará el caso Darroch sumar un ingrediente más al inventario de curiosidades que adornan el desplome gradual de la Administración Trump?

Estaría por ver, sobre todo debido a la especial significación de los conocidos nexos históricos tejidos entre la ex metrópoli y su fiel socio norteño.

¿Una prueba? Cuando la primera invadió Las Malvinas y el segundo cerrando los ojos y el corazón la respaldó completamente.

 Tomado de Cubasí

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS