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Cuando los colores toman por asalto las calles, la multitud se contagia a ritmo de la música. A veces no importa si es samba, kumbia o conga, se van delatando las emociones de la gente y poco a poco el escenario en cada lugar habla por sí solo.

Así el carnaval desfila ante los ojos de quienes lo disfrutan, con el olor desprendido de los apetitosos platos, e incluso, al calor del roce en los tumultuosos espacios citadinos.

Con origen en las celebraciones de carácter pagano en Roma, el carnaval se condimenta con las aportes de los ritos indígenas, americanos…según cada país, y a pesar de que Europa conserva la cuna de nacimiento de estas celebraciones, Brasil se sostiene como uno de los países con la más prestigiosa fiesta popular de este tipo, no obstante Venecia, Cadiz y Tenerife también gozan de meritorios títulos.

Ahora estamos en pleno verano, lo sabe Cuba y en especial los guantanameros quienes en esta etapa a parte de las vacaciones, esperan ese jolgorio popular que invita también a desafiar las altas temperaturas, y es que nuestros carnavales tal vez no sean tan añejos como los de La Habana, o no tengan la fama que tienen los de nuestros vecinos santiagueros, pero son un gran motivo para canalizar emociones en el mes de agosto.

Toda esta historia que cada año se cuenta en el Guaso en el octavo mes, en realidad inició allá por el siglo XIX, cuando comenzaba a celebrarse con cuatro jornadas en los meses de junio, julio y agosto, en cada una de ellas se conmemoraban efemérides patronales, terminando el 16 del último mes mencionado con el homenaje a San Joaquín, que en la etapa republicana se declaró santo patronal.

Ayer, Guantánamo comenzó a construir otra historia carnavalesca que continuará hasta el próximo domingo, y hoy sacará a las calles más de media decena de estructuras, entre comparsas, paseos, carrozas, grupos folklóricos y tradicionales, y máscaras a pie que se moverán por toda la calle Paseo (Avenida de los Estudiantes).

En cada espacio que conserva la preferencia de unos u otros, tal vez una parte buscará allí los recuerdos de su juventud, los demás comenzarán a construirlos al son de los tragos de cervezas, la música, la diversión que siempre amoldan a la más particular manera.

El conteo comenzó ayer, cuando sobre el cielo nocturno brillaron los fuegos artificiales, como costumbre de cada ocasión, la ciudad quedó envuelta en fiesta, y bailará el más claro junto al más oscuro en la conga, los amigos saldrán a compartir, otros lo harán en familia y algunos hasta irán en busca de amores.

Muchos empatarán un día con el otro y tal vez ya han guardado las energías para hacerlo en las aventureras madrugadas que esperan por estos días, las que llevarán el sabor del jolgorio más allá del cerdo asado en cada bocadito, la refrescante piña colada y todo y cuanto en materia gastronómica desborda la calle por estos días.

Al filo del lunes las agotadas manecillas del reloj carnavalesco reposarán hasta el próximo año, y todos los que de una forma u otra se vuelven protagonistas del evento evaluarán desde su perspectiva, comenzando tal vez por la calidad de la cerveza y terminando en cualquier detalle que pueda convertirse en parámetro.

Por ahora, la fecha invita a dejarnos llevar, en busca de otros recuerdos, esos que en el repaso que hará la memoria llevarán el sello del Carnaval Guantánamo 2017.

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