guantanamo bazar cuentapropismo“La creación de un sindicato nos ha unido más como colectivo laboral”, afirma Walter Terrero. Fotos: Leonel Escalona Furones

Mucho ha cambiado la ciudad de Guantánamo en los últimos tiempos. Gracias a la implementación del nuevo modelo económico cubano, las ofertas culturales, gastronómicas y recreativas mejoran en la cabecera provincial para el disfrute de pobladores y foráneos.

El Bazar es una de las opciones con que cuentan hoy los guantanameros, no solo para comprar alimentos, sino también para otras cuestiones, pues en este centro se prestan diversos servicios que abarcan desde peluquería hasta venta de zapatos, ropa, útiles del hogar y otros artículos.

Perteneciente a la Empresa municipal de Comercio en Guantánamo, esta unidad, vivo ejemplo del desarrollo del cuentapropismo, sobresale en la provincia por su destacada labor en el trabajo sindical.

Desde que se establecieron las nuevas regulaciones urbanísticas, los trabajadores del sector privado que laboraban en portales en la venta de diferentes productos, tuvieron que buscar interiores para practicar su actividad. Al respecto, Walter Terrero Rodríguez, arrendatario de una cafetería de El Bazar alega que gracias a la apertura de este local, algunas personas que vendían sus productos en los portales de sus casas encontraron un sitio adecuado para continuar con sus negocios. “Para los cuentapropistas de la ciudad esto es un sueño hecho realidad.

“Los arrendatarios de esta edificación aquí tienen un puesto fijo, con horarios establecidos y seguridad para guardar sus mercancías. Todos están bastante satisfechos con este espacio, trabajadores y clientes”, dice Walter.

Un colectivo unido… un sindicato destacado

En El Bazar, a pesar de ser un centro de trabajo no estatal, se mantiene a la vanguardia en la organización y el funcionamiento de su colectivo laboral.

“Celebramos cumpleaños colectivos, fechas conmemorativas y diversas actividades con el objetivo de unirnos más como compañeros para lograr una mayor comunicación y mejores resultados”, comenta Walter.

Con 12 arrendadores titulares y cerca de 30 trabajadores contratados, de los cuales más del 70 por ciento son mujeres, esta entidad mereció el reconocimiento por parte de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) por la destacada labor realizada como sección sindical perteneciente al sindicato de los trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios.

“El colectivo está integrado por jóvenes desvinculados, personas que quedaron disponibles de sus puestos de trabajo, así como algunos jubilados, y en la actualidad todos están sindicalizados. Esta es una batalla en la que estábamos luchando desde hace tiempo, pero al fin lo logramos y conllevó a que mejorara la disciplina y la organización.

“Cada tres meses realizamos una reunión para evaluar la marcha de las actividades programadas y todo lo referente a la faena, también prestamos especial atención a las inquietudes y sugerencias de los afiliados”, afirma Walter, quien igualmente se desempeña como secretario sindical de la zona centro de la urbe del Guaso, a la que pertenece El Bazar.

guantanamo bazar cuentapropismo2El Bazar ofrece variadas ofertas para el beneficio del pueblo guantanamero. Fotos: Leonel Escalona Furones

Al día con las inquietudes

Cuestiones como el embellecimiento del local, el mantenimiento constructivo, la promoción de los servicios y los derechos de los trabajadores, son algunas de las cuestiones que plantean los integrantes de este colectivo.

“Hay cosas que se pueden mejorar para nuestro beneficio y de los clientes. Reformar la decoración, perfeccionar más en la disciplina, la organización y la exigencia por parte de los superiores, así como darle mantenimiento constructivo a la instalación por los detalles que quedaron pendientes desde la inauguración o no tuvieron calidad suficiente, son algunas de las que se pueden lograr para que todos estemos ciento por ciento satisfechos”, comenta Julián Lescaille Hernández, barbero de El Bazar.

Con apenas seis meses de inaugurado, esta entidad ha aportado más de 18 mil pesos a la economía del país, a pesar de que aún hay muchas personas que no saben de la existencia de este útil establecimiento.

“El desconocimiento de la población de nuestra existencia es otro asunto que nos preocupa, pues consideramos que no logramos tener mucha promoción, lo que provoca que no haya suficiente clientela y las ventas no estén a mejor nivel”, alega Julián.

Por su parte, Esperanza Salgado Castañeda, administradora, plantea que es a los trabajadores a quienes corresponde promover sus servicios. “Es cierto que hay muchas personas que no conocen este lugar y las ventas han decaído un poco, por eso insisto en que los trabajadores siempre busquen opciones para dar a conocer los servicios que prestan”.

Todas estas inquietudes, y otras más, se tienen en cuenta en El Bazar, una entidad que es muestra de lo que se puede lograr con determinación, para llevar adelante el funcionamiento de un centro laboral como colectivo, independientemente de ser estatal o privado.

“En la actualidad estamos trabajando en la organización de un Comité de Base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), esa es otra meta trazada, y estoy seguro de que también vamos a cumplirla”, afirma Wilfredo con mucha convicción.

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