comercializacion productos agricolasEste panorama en muchos mercados agropecuarios estatales tristemente no es difícil de encontrar. En la foto el MAE La Acelga en el reparto Obrero. Fotos: Leonel Escalona Furones

“Los mercados casi siempre están vacíos, hay que acudir a los puntos de venta o a los revendedores que, por lo general, tienen mejores ofertas, pero los precios se multiplican”.

 

Eso comentó Amalia Deville, una señora jubilada con quien conversamos en la tarde del 6 de diciembre a la salida del mercado Las Terrazas, en el reparto Caribe de la ciudad de Guantánamo.

 

“Yo, que salgo más de una vez en la semana a buscar alguna vianda y hortalizas, le aseguro que el desabastecimiento no es de ahora. En los mercados la oferta mejoró un poquito cuando fijaron precios para algunos productos, pero nuevamente es pésima, al menos en esta zona”, dijo Amalia.

 

En el reparto Mártires de Granada (Dabul), al extremo noreste de la ciudad, Rosa Hilda Martínez Rodríguez, también jubilada, confesó que hace días no llevan nada a la placita La Granada donde habitualmente compra.

 

“Está en blanco, por eso he tenido que ir hasta el mercado del reparto Obrero, donde la oferta no es variada como en tiempos atrás pero aparece algo, de lo contrario debo cerrar los ojos y acudir a los revendedores particulares que ponen los precios que les parece y el dinero no me da para tanto”, se lamenta.

 comercializacion productos agricolas3En la Unidad Empresarial de Base (UEB) Guantánamo, perteneciente a la Empresa provincial de Acopio, al momento de nuestra visita solo se descargaba un camión con remolque con plátano fruta Fhiat 18 procedente de Ciego de Ávila. Fotos: Leonel Escalona Furones

Quejas por estibas

 

Opiniones similares a las anteriores escuchó este equipo de reporteros durante un recorrido por mercados y puntos de venta, estatales y no estatales, de la ciudad, para comprobar in situ las quejas de muchos guantanameros sobre la comercialización de productos agropecuarios.

 

El punto de venta La Granada, de la Empresa Agropecuaria de Manuel Tames, ubicado en el reparto Mártires de Granada estaba vacío desde hacía varios días, sin prestar servicio a la población y afectando el bolsillo de los trabajadores, que si no venden no ganan, y los ingresos de la entidad.

 

Su administrador, Juan Bautista Coello, oyó decir que sería traspasado al municipio de Caimanera, decisión que considera incongruente por cuanto lo que se produce en esa localidad es insuficiente para abastecer sus propios mercados y la Empresa de Acopio de Guantánamo debe suministrarlo.

 

El periplo incluyó, además, los mercados agropecuarios estatales (MAE) La Acelga, en el reparto Obrero; Santa Catalina, en el centro de la ciudad; El Progreso, en el sur; El Girasol, en el oeste, y Las Terrazas y La Lechuguita, en el Caribe.

 

Esos establecimientos, suministrados por la Empresa de Acopio, solo ofertaban plátanos fruta y vianda del tipo Fhiat 18, así como frijol negro y caupí, arroz, poca yuca, boniato, col y ajonjolí, indistintamente y con mala calidad en muchos casos.

 

En ninguno de los centros comerciales funcionaban todos los mostradores debido a la escasa disponibilidad de productos y en algunos, como La Acelga, El Progreso y el Girasol, la carne de cerdo y de ovejo que se ofertaba era de otros concurrentes, a precios elevados.

 

Al conversar con los administradores de los MAE visitados, se pudo conocer que varios cumplieron su plan de ingreso y otros como La Lechuguita, en 15 Norte entre 3 y 4 Oeste, pudo lograrlo únicamente en tres de los 11 meses transcurridos del año.

 

Todos comercializaban latas, de cinco galones, de mermelada de mango y guayaba, y néctar de guayaba; sin embargo, ninguno disponía de agua y otras condiciones indispensables para poder vender a granel los mencionados surtidos.

 

Luego de recorrer dichas instalaciones, el equipo de Venceremos visitó la nave de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Guantánamo, perteneciente a la Empresa provincial de Acopio, donde conversó con su director, Daniel Pérez Parra.

 

Allí, mientras los obreros descargaban un camión con remolque cargado de plátano fruta Fhiat 18 procedente de Ciego de Ávila, Pérez Parra aseguró que ninguna de las cooperativas de la localidad (Luis Rustán, Lino Álvarez, Enrique Campos, Mariana Grajales) cumplió hasta la fecha las cifras de productos agropecuarios contratadas con la entidad que dirige.

 

Informó que de lo producido en la provincia, Acopio recibió un poco de naranja de Yateras, escasa yuca de Niceto Pérez y El Salvador, y cantidades ínfimas de boniato de este último municipio y algunos de esos renglones de Manuel Tames, y ningún vegetal ni frutas.

 

Manifestó que los productores señalaron entre las causas de los incumplimientos, las afectaciones provocadas, primero por la sequía y, luego, por el huracán Matthew. No obstante, dejó claro que debido a los daños causados por las mencionadas bases productivas a la UEB presentaron las reclamaciones comerciales pertinentes y esperan respuestas de los implicados para, de ser necesario, establecer demandas ante el Tribunal.

 

Sobre las dietas para enfermos, declaró que garantizan col traída de Ciego de Ávila, a pesar de los daños que reporta su traslado por carretera, y malanga de Artemisa y Güira de Melena, insuficiente para cubrir tales necesidades.

 

Tras confirmar que lo que recibe Acopio, tanto de Guantánamo como de otras provincias para paliar las afectaciones de Matthew, resulta insuficiente para mantener surtidos sus establecimientos, la directora general de esa entidad en el territorio, Leydis Hernández Hernández, explicó que la distribución se realiza por orden de prioridad.

 

Sobre ese particular, aclaró que el 60 por ciento de todo lo que se acopia se envía a los cinco municipios afectados por el huracán, fundamentalmente a Baracoa y Maisí, y el 40 restante se destina, primero, al consumo social y lo que queda a los 10 MAE de la ciudad cabecera.

 

También remarcó que su empresa estableció demandas por valor de más de un millón de pesos contra las bases productivas de la Empresa Agropecuaria de Guantánamo en el llano por incumplir sus contratos, al tiempo que presentó reclamación a la de Güira de Melena por pérdidas ascendentes a más de 200 mil pesos debido a mala calidad de la malanga y el boniato.

 comercializacion productos agricolas2Bien abastecido encontró Venceremos al punto de venta de la calle 6 entre 7 y 9, en el reparto Dabul, pero para comprar allí hay que “agarrarse” los bolsillos. Fotos: Leonel Escalona Furones

Agarrarse los bolsillos

 

Mientras los establecimientos atendidos por la Empresa de Acopio permanecen deprimidos la mayor parte del tiempo, muchos puntos de la “Agricultura Urbana” subordinados a la Empresa Agropecuaria de Guantánamo, que no tiene la obligación de abastecerlos, y carretilleros (trabajadores por cuenta propia) sin contar los ilegales, disponen de ofertas variadas y de calidad, pero a precios muy elevados.

 

Por ejemplo, varios entrevistados criticaron el punto de venta de la calle 6 entre 7 y 9, en el reparto Dabul, donde para comprar malanga, yuca, boniato, cebolla, pepino, tomate, col, ajíes, frijol colorado y otros surtidos, tienen que agarrarse los bolsillos porque los precios están muy por encima de los establecidos por la Resolución 157 del Ministerio de Finanzas y Precios para los 23 productos protegidos.

 

Al indagar las causas de la violación con el dependiente, este alegó que ninguna entidad estatal lo abastece y por tanto debe comprar caro, por la izquierda, a intermediarios locales y de otras provincias que comercializan sus mercancías martes y viernes en el Mercado Centro, y eso le impide ajustarse a la referida norma.

 

Por su parte, algunos carretilleros arguyeron que en Dos Palmas, sitio donde deben adquirir los productos para luego venderlos, nunca hay buenas ofertas, pero si pagan 20 pesos en ese local consiguen llevarse consigo un comprobante que les permite “justificar la procedencia” de los productos que buscan por fuera.

 

El director de la UEB de Acopio en el municipio cabecera reconoce, por su parte, el asedio de los actores del mercado informal a los de los estatales y, como la venta es liberada, no duda que aquellos compren mercancías que luego revenden.

 

Página pendiente

 

La solución al desabastecimiento, agravado por Matthew, Diosnel San Loys Martínez, subdelegado agrícola en la provincia, la ve en el plan emergente de siembra de cultivos varios de ciclo corto que avanza junto con la campaña de frío, cuyos frutos comenzarán a obtenerse a finales de enero y principios de febrero.

 

Sin embargo, lo cierto es que, sequía, huracán y otros inconvenientes mediante, los agricultores guantanameros debieron, desde antes, y deben, en lo adelante, producir más. Eso significa aprovechar eficientemente las áreas, medios y recursos asignados por el Estado y explotar al máximo otras potencialidades que permitan incrementar los rendimientos agrícolas, una página pendiente.

 

Según directivos de la Empresa Logística de la Agricultura el año que corre inició con 60 tractores nuevos en manos de los agricultores guantanameros, que se sumaron a los ya existentes en el territorio, además de modernas maquinarias para sembrar, regar, fertilizar, cosechar y trasladar las producciones, 47 sistemas de riego, semillas certificadas, fertilizante, limas, machetes, ropa, calzado…

 

Todo ello, junto a costosas inversiones en los principales polos productivos del territorio: Valle de Caujerí, en San Antonio del Sur, Chapala, en El Salvador, y la Empresa Industrial de Granos, en Niceto Pérez, para poner bajo riego grandes extensiones de tierra, debe contribuir a incrementar los volúmenes de alimentos.

 

Sin embargo, para obtener ese resultado se requieren presidentes de cooperativas, directores de empresas agropecuarias y cuadros de la Agricultura capaces de organizar el trabajo, exigir y controlar por su cumplimiento, para evitar desvíos de producciones a manos de intermediarios y revendedores que multiplican los precios.

 

Si se logra contratar la mayor cantidad de producción a cooperativistas y campesinos y que esta llegue fresca a los mercados estatales, no solo se cumplirían varios lineamientos de la Política Agroindustrial y la Agricultura se convertiría en la necesaria locomotora de la economía guantanamera, sino también aumentaría la oferta, se reduciría la especulación y bajarían los precios.

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