Esta tarta helada de limón es súper refrescante no solo por ser helada, sino por ser de limón. La receta, lleva años rondando Internet porque es sencilla y efectiva. La tarta se prepara sin horno, con una base clásica de galleta y mantequilla, un relleno con leche evaporada montada y una cobertura similar al lemon curd.
Si no han probado nunca montar leche evaporada les diré que será un descubrimiento. Es un sustituto excelente de la nata, con algo menos de grasa y con un resultado muy agradable y ligero.
Ingredientes (para un molde de 18-20 cm):
Base de galleta
100 g de galletas
50 g de mantequilla derretida
Relleno de limón
200 g de azúcar glas
350 g de leche evaporada semicongelada (con 4 horas de congelador)
Ralladura de dos limones
150 g de zumo de limón
Cobertura de limón
100 g de zumo de limón
Un huevo
100 g de azúcar
10 g de almidón de maíz
40 g de mantequilla
Elaboración:
Base de galleta
Trituramos las galletas hasta reducirlas a polvo. Derretimos la mantequilla en el microondas y la añadimos a las galletas, mezclando bien. Forramos con esta mezcla el fondo del molde de silicona desmontable, alisando la superficie con un rodillo de masas.
Relleno de limón
Rallamos los dos limones con un rallador de cítricos y reservamos la ralladura. Exprimimos la cantidad de zumo de limón indicada con un exprimidor y reservamos.
Pesamos el azúcar glas y reservamos.
Sacamos la leche evaporada del congelador y ponemos en un bol la cantidad indicada, pesándola en la báscula. Es imprescindible el congelado de cuatro horas, porque de lo contrario no se os montará.
Montamos la leche evaporada semicongelada a velocidad alta en un robot o con varillas eléctricas, por lo menos 2-3 minutos. Cuando esté muy esponjada vamos añadiendo la ralladura de limón y el azúcar glas a cucharadas.
Cuando esté dura agregamos el zumo de limón y mezclamos con espátula.
Vertemos la leche montada en el molde e igualamos con la espátula. Alisamos la superficie con una rasqueta recta y metemos el molde en el congelador toda una noche.
Cobertura de limón
Exprimimos la cantidad de zumo indicada y la ponemos en un cazo. Agregamos el huevo y desleímos el almidón de maíz, batiendo con unas varillas.
Agregamos el azúcar y llevamos al fuego. Calentamos suavemente sin dejar de remover hasta que espese. Si se queda algún grumo de huevo (o clara) pasamos la crema por un colador a otro bol.