Se podría decir que la bechamel es la reina de las salsas. También se le llama salsa blanca, por su color tan blanquecino. Pero lo cierto es que esta simple salsa elaborada con apenas 3 ingredientes, constituye la base de muchas otras salsas y recetas, como lasañas, croquetas o rellenos.
Es increíblemente útil, se utiliza en la pasta, en la coliflor cocida, en lasañas, en crepes rellenos y en cualquier otro plato.
Esta receta es una salsa encantadora, con mucho cuerpo. Si desea una consistencia más líquida, se le puede añadir un poco más de leche.
En su elaboración es necesario prestar un poco de atención, para que no se pegue al fondo de la cazuela, pero lo demás es pan comido.
Congelarla es una gran manera de tener una salsa rápida para una cena imprevista. Añada un poco más de queso, hierva un poco de pasta, y la cena estará lista.
Tiempo de preparación: 5 minutos/ Tiempo de cocinado: 10 minutos/ Tiempo total:15 minutos
Ingredientes para 2 tazas de bechamel
60 g de mantequilla
50 g de harina de trigo
500 ml de leche entera
125 g de queso rallado
3 cucharadas de queso parmesano rallado
1 pizca de nuez moscada
Sal y pimienta negra, al gusto
Indicaciones de la receta:
Tamiza la harina en un bol y resérvalo. Derrite la mantequilla en una cazuela a fuego lento. Cuando esté bien caliente, añade la harina tamizada y bate hasta que tengas una mezcla homogénea.
Cuece la harina y la mantequilla durante 2 minutos, revolviendo constantemente, hasta que empiecen a salir burbujas de la mezcla y cambie a un color más claro. Esto quiere decir que la harina se está cocinando.
Añada poco a poco la leche, removiendo constantemente para evitar la formación de grumos. Cuando empiece a espesar, sazone con sal, pimienta negra y nuez moscada.
Cocine la salsa a fuego lento durante unos siete minutos, revolviendo con frecuencia, hasta que la salsa espese.
Deje que la salsa llegue a la ebullición (cuando empiece a hacer blip) y luego retíralo del fuego. Añada los quesos y remueva para que se derritan por completo.
Notas.
Si comienzan a formarse grumos cuando se le agrega la leche, retírelo del fuego y bátalo hasta que la mezcla se suavice. Vuelva a poner la cazuela al calor y continúe añadiendo el resto de la leche.