La escuela José Antonio Echeverría, en El Oro, consejo popular de San Antonio del Sur, del homónimo municipio guantanamero.
¿Quién hubiera supuesto hace 19 años, al nacer en las proximidades montañosas, que Jordanis Castro Labañino se convertiría en el primer y único maestro de la escuela primaria José Antonio Echeverría, reabierta este curso escolar en la comunidad campesina de El Oro, en el municipio de San Antonio del Sur?
Llenando el local adornado y pulcro, el aula de multígrados donde están ahora sentados sus 10 alumnos: “Uno solo, de prescolar, es exactamente de aquí, del mismo pobladito de El Oro; los demás, de segundo, cuarto y quinto grados, de otras casas más alejadas, hasta tres kilómetros”, explica quien recién comenzó su primer año laboral, tras graduarse de Maestro Primario en la escuela pedagógica José Marcelino Maceo Grajales, de Guantánamo.
Desde antes, acercándose uno por la carretera, desde la cabecera municipal a cuyo consejo popular pertenece la zona, ve brillar la pequeña escuela nueva, junto a la premontaña de Mariana. La observa primero por la bandera cubana ondeando alta en el asta, y junto a la portería, cerca del busto de José Martí, a otros maestros de la zona.
“Hay otras dos primarias algo más espaciosas en Oquendo, de 56 alumnos, y Los Ciguatos, de 37”, los presenta Odalilis Argüelles Vega, la directora zonal, que coordina a los 15 docentes, incluidos dos instructores de arte que imparten la educación artística a los chicos montañeses.
El novel maestro Jordanis continúa su superación para alcanzar la Licenciatura, como lo hacen los demás que aun no lo han logrado, y que ya la ostenta, desde hace una década, la directora zonal, quien ocupa el cargo hace un año, tras ser maestra en la primaria de Los Naranjos, del propio municipio, según relata.
El joven maestro Jordanis con sus diez alumnos de prescolar, segundo, cuarto y quinto grados.
Miles de estudiantes
Las 70 escuelas abiertas este curso en San Antonio del Sur cubren desde la enseñanza primaria (60 centros) hasta uno en educación de adultos, similar en especial y técnica profesional, pasando por tres secundarias básicas, dos mixtos y dos preuniversitarios, explica la directora municipal de Educación, Rosa Irene Espinosa Medina.
Los cuatro mil 598 estudiantes del costero municipio significan un crecimiento de 107 estudiantes más, la mayoría de ellos en primaria, en relación con el curso anterior, y garantizan la cobertura del personal docente, detalla.
En los últimos tres años académicos en el municipio se han reabierto una veintena de planteles de la enseñanza desde prescolar hasta sexto grado, refiere Aniuska Leyva Labañino, jefa del departamento de educación primaria en San Antonio del Sur.
“Diez de estas colegios tienen matrículas entre seis y diez alumnos, porque los niños tendrían que recorrer mayores distancias para poder asistir a clases, e incluso algunos de ellos viven a más de un kilómetro de las escuelas en que están matriculados”, particulariza.
Desde la base hasta la dirección municipal están conformes en que el curso escolar 2017-2018 comenzó bien en la localidad, en el caso que se trata, la enseñanza, primaria, con las novedades apuntadas, y están comprometidos a llevarlas a buen destino.
Como ahora la de El Oro, se han reabierto 20 escuelas en las montañas sanantonienses en los últimos tres cursos.
Altos quilates
Alumnos y maestros, como muestran en la escuela de El Oro, representan un alto quilate entre las conquistas irrenunciables de la Revolución.
En estos centros escolares sanantonienses se ha ajustado la capacidad de la red escolar y el personal docente en la educación primaria, en correspondencia con el desarrollo económico, sociodemográfico y los lugares de residencia, con especial atención al Plan Turquino de Desarrollo Integral de las Montañas, en cumplimiento del Lineamiento 120 actualizado de la política económica y social del Partido y la Revolución para el período 2016-2021.
Así se logra atemperar las riquezas más valiosas que forman la mezcla educacional en estas serranías, similar a como el quilate se define como la “unidad que expresa la cantidad de oro puro contenida en una fusión, que equivale a una parte de oro puro en veinticuatro partes de la masa total de la aleación”. Para hacer que brille más.
Odalilis es directora zonal de tres escuelas.
Hasta tres alumnos, su escuela y maestro
De las 760 escuelas que funcionan en la provincia de Guantánamo en el curso 2017-2018, seis se reabrieron en esta oportunidad y otras ocho se mantuvieron abiertas de cursos anteriores, atendiendo a las condiciones socioeconómicas específicas de cada lugar.
Gran parte de estos centros atienden menos de 10 alumnos, varios cinco, una incluso menos, en zonas montañosas e intrincadas, según datos suministrados por la Dirección provincial de Educación, antes del inicio del presente curso escolar.
Para solo tres alumnos funciona la escuela Josué País García, del consejo popular de La Tagua, en el municipio de Manuel Tames, una de las primarias de actual apertura.
Cinco niños tienen, en el municipio de Manuel Tames, las escuelas Enrique Thomas Thomas y René Fraga Romero (consejo popular de La Caridad), Roberto Aira de Armas (La Tagua), Marcelo Salado Lastra (Santa Catalina) y Ardid Duvergel Lafargue (Ciro Frías).
Similar matrícula amparan en el municipio de El Salvador la José Moya Rivero (Sabaneta), Luis Ramírez López y Juan Antonio Ramírez (San Fernando).
Siete infantes concentra la Rigoberto García Pérez, en Dos Brazos, San Antonio del Sur, municipio donde también están, con 11, la José A. Echeverría (El Oro), y, con 74 la Félix Pena Díaz (Guaibanó), que abren de nuevos sus puertas, alguna vez cerradas, entre otras razones, por baja matrícula.
Favorecidos por esta acción con similares motivos, también lo son los 17 pequeños, sus familiares y comunidades en la escuela Idilio Castellanos García, de Maca Arriba, Niceto Pérez, y los 20 de la Candelaria Figueredo, de Palenque, Yateras.
La jefa municipal de Enseñanza Primaria, Aniuska Leyva Labañino, a la izquierda, ayuda en la planificación y organización a Dailys Mosqueda Matos, directora de la escuela Félix Peña Díaz, en el reparto Flora, de Guaibanó, reabierta en el nuevo curso.
