Varias personas preguntaron a un pregonero para qué se utiliza el apio, porque les llamó la atención la forma en que este, a viva voz, vendía la verdura por el barrio.

Algunas, que conocían de sus bondades, aprovecharon el momento para adquirirla, pues sus hojas y tallo se consumen como ensalada, combinados con otros vegetales.

La planta y su fruto tienen propiedades medicinales.

Entre sus aplicaciones combate el reumatismo, la gota, el estrés, la ansiedad y el insomnio; mejora los síntomas de la acidez; clasifican como diuréticos, por lo que disminuyen la presión arterial y reducen el contenido de glucosa en sangre.

Ahí les van algunos truquitos de cómo utilizarlo.

-Para aliviar el asma y los catarros crónicos: hacer un cocimiento con 30 gramos de hojas frescas de apio en un litro de agua y después beber en ayunas, mezclado con leche.

-Mejorar el funcionamiento de los riñones y normalizar la menstruación: cortar 100 gramos de apio en pedacitos, machacar en una taza y agregar agua poco a poco hasta completar medio litro. Colar, adicionar azúcar al gusto y tomar dos cucharadas tres veces al día.

-Combinar con zanahoria y remolacha contra el estrés: licuar dos zanahorias grandes, un mazo mediano de tallos y hojas de apio y una remolacha grande. Remover y beber un vaso diario.

La misma receta ayuda a reducir la tensión arterial alta y es un tónico para el sistema nervioso. Esa mezcla es muy saludable porque el apio contiene calcio y vitaminas C y B6, la zanahoria es rica en vitaminas C, E y K, además de otros nutrientes como minerales y fibra, mientras la remolacha tiene ácido fólico en abundancia.

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