El incinerador de Guantánamo, cuya construcción e instalación concluyó en diciembre de 2017, espera por la certificación de “puesta en marcha” para prestar servicios, acta que debe emitir la empresa española Kalfrisa, suministradora de la moderna tecnología para la cremación de cadáveres.
Oscar Jones Carbonell, subdirector provincial de Servicios Comunales, informó a Venceremos que la compañía extranjera hará las verificaciones una vez que concluya la construcción de los crematorios de Ciego de Ávila y Santiago de las Vegas en La Habana, debido a que el contrato, realizado por la empresa cubana importadora de maquinaria Maquimport, del Ministerio de Comercio Exterior, contempla los incineradores de las tres provincias.
Según el directivo la obra civil fue terminada a finales del pasado año en saludo al 57 aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana, pero la Dirección de Servicios Comunales, organismo encargado de los servicios necrológicos, no puede emplearla hasta la certificación de kalfrisa, aun cuando los operadores del equipamiento recibieron la preparación necesaria para el uso y manejo.
El crematorio de Guantánamo se encuentra ubicado en el kilómetro 1½ de la carretera hacia el municipio de Niceto Pérez. Se trata de un horno diseñado para someter a calor extremo el cuerpo humano sin vida hasta convertirlo en cenizas, una alternativa cada vez más extendida para la deposición final de los fallecidos.
