profesoraPara Georgina el magisterio es parte indisoluble de su vida

Perseverancia, dedicación, dulzura y amor, caracterizan el trabajo que durante 34 años ha realizado Georgina Dawkins Chamber en la secundaria básica Pável Rojo García, de Caimanera.

Esta profesora de 56 años de edad, licenciada en Español y Literatura y máster en Ciencias Pedagógicas, goza del reconocimiento y el aprecio de todas las generaciones de alumnos a las que impartió sus conocimientos de la lengua materna.

Hasta la casa de esta mujer de avanzada llegó Venceremos, interesado en conocer las motivaciones y proyectos de ella.

¿Por qué Educación?

 Siempre me gustó dar clases, enseñar. Creo que esa es una profesión maravillosa que me atrajo desde que era una niña.

Cuando por fin llegó el momento estudié lo que me inspiró toda la vida, y escogí la enseñanza secundaria porque se trabaja con personas de una edad difícil, hay un cambio en la personalidad, vienen de la primaria y dejan de ser niños y se convierten en adolescentes. En este período es muy importante la educación que se les dé para que ingresen al preuniversitario más forjados y mejor preparados.

¿Qué es lo que más le gusta del magisterio?

Enseñar a mis estudiantes a comportarse en la vida, a expresarse correctamente. En la actualidad hay muchos problemas con la escritura, la ortografía y la dicción, por esa razón me gusta esforzarme al máximo para que mis alumnos no tengan esas faltas.

 Además, me gusta inculcarles la honestidad, la solidaridad, el internacionalismo y, sobre todo, el respeto, ese es un valor parece un poco perdido, pero hay que rescatarlo.

También agradezco todo lo que asimilé con mi profesión: a comportarme, expresarme y ser mejor persona. También aprendí a transmitir conocimientos dentro y fuera de un aula.

Debe ser muy gratificante que sus alumnos se destaquen o sean reconocidos…

 Es maravilloso. Que uno de mis alumnos gane un concurso de mi asignatura es uno de los mejores regalos que puedo recibir, los otros son estudiar una carrera, hacerse profesionales y ser hombres o mujeres de bien. Ese es mi mayor orgullo como profesora.

 De hecho, en la actualidad estamos esperando los resultados del Concurso Nacional de Español y Literatura, en el que participó una de mis discípulas.

Cuando cumpla la edad requerida, ¿piensa jubilarse?

En lo absoluto. Pretendo dedicarme a mi trabajo mientras tenga fuerzas para hacerlo, porque es lo que me gusta y porque además sé que la Patria lo necesita.

El trabajo es mi segundo hogar, por eso siempre busco un equilibrio entre la casa, mi hijo y la escuela, planifico bien mis tareas y a cada una le dedico el tiempo necesario.

Tantos años de trabajo habrán dejado frutos, sobre todo, en materia de galardones.

Los reconocimientos nunca faltan, aunque eso no es lo más importante. No solo por parte de la escuela, sino también de mis estudiantes. Sin embargo, el mejor reconocimiento me lo dan esos ingenieros, médicos, abogados, licenciados y demás profesionales que un día estuvieron sentados en mi aula, y que hoy agradecen y practican lo que aprendieron allí. Eso es mejor que cualquier diploma- concluyó satisfecha.

Comentarios   

+1 #1 meyver 12-04-2015 21:31
Muy bonita la entrevista a la profesora Georgina,es de gran valor la entrega del ser humano para con los demás, hay amor en sus palabras. Recuerdo con mucho cariño a mis profesores de primaria en la escuela Rodolfo Rosell de Guantamo, hoy que tengo 39 años me encantaría darles las gracias por todo lo que de ellos aprendí y por todo su cariño. Un fuerte abrazo a todos los profesores cubanos y del mundo. Saludos desde Islas Canarias. España
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