1del 20 de mayoPilastras que marcan el historial de las ceibas en el parque José Martí.Una reciente tarde en el parque José Martí, de esta ciudad, un niño de unos de siete años detuvo su juguetonas andanzas en torno a los abstraídos cibernautas de wifi frente a las tres tarjas que rodean por el frente la ritual ceiba sembrada en el ala nordeste del céntrico espacio público.

El pequeño leyó en una de los pilastras: "Esta ceiba fue sembrada por los gloriosos veteranos de la independencia y los niños de las escuelas públicas a las 12 m. del 20 de mayo de 1902" Comprobó que las otras dos tienen al menos fechas ulteriores, lo cual lo confundió.

Lleno de fundadas dudas, el preescolar consiguió, después de desconectar del teléfono con tecnología androide a su joven padre, que su progenitor satisficiera su curiosidad, al menos en parte. Conoció así que la actual es la tercera ceiba en el lugar, sustituta de otra sembrada en 1952, a su vez relevo de la primera, la plantada en 1902.

Las tres señalizaciones son conmemorativas: la segunda, por el cincuentenario del hecho, la última, del 13 de abril de 2014, en el aniversario de la desaparición física del Mayor General Pedro A. Pérez.

Pero –siguió preguntando- ¿Y por qué se sembró la primera? ¿Qué pasó el 20 de mayo de 1902? ¿Por qué y quiénes los veteranos? ¿Y aquellos niños de las "escuelas públicas"? ¿...? Lamentablemente, el padre no sabía; no pudo darle respuestas cumplidas, ni siquiera tratando de conectarse con wikipedia o ecured on line.

Darles buenas respuestas a los niños nunca es fácil, aunque alguien piense lo contrario. Por lo pronto, en el caso si no se satisface la natural curiosidad en su justa medida nunca el aprendiz entenderá del todo por qué puede escuchar todavía que algunos mayores mencionen persistentemente incluso la pasada existencia de un comercio en Guantánamo que se nombró el 20 de Mayo. ¿Una efeméride simbólica?.

"Ese día la bandera cubana se izó también por primera vez en el parque. La ceiba se trajo desde un ingenio de la localidad", detalla el historiador guantanamero Wilfredo de Jesús Campos Cremé, profesor de la Universidad de Guantánamo, con quien intercambio la anécdota y la preocupación.

Campos, quien ha estudiado el tema, considera que aquella jornada de principios de siglo fue tan solemne y significativa en Guantánamo como en toda Cuba, porque se declaró formalmente la República, dirigida por los cubanos, aunque con ataduras económicas y políticas a los Estados Unidos. "Había razones para estar contentos, porque se había conseguido al fin la República en todo el archipiélago, aunque tenía esa gran debilidad.

Talento cubano2 del 20 de mayoMomento religioso cultural durante la ceremonia que acompañó la siembre de la última de tres ceibas, el 13 de abril de 2014.

"Todas las instituciones, a partir de ese momento -prosigue Campos-, eran dirigidas por los cubanos, con sus símbolos, usábamos Constitución, leyes, bandera, escudo, himno..., pero todo eso estaba a la vez limitado por la Enmienda Platt impuesta a la Constitución cubana por el gobierno de los Estados Unidos, que había intervenido militarmente en Cuba en 1898, con el pretexto de ayudar a los cubanos en su guerra de independencia de España. La Enmienda los autorizaba a intervenir de nuevo cuando consideraran. Y como se sabe, lo hicieron.

"Por eso es una república débil, malformada, porque hay una fuerza externa que ejerce jurisdicción sobre los destinos de Cuba. Pero hay una identidad, un gran patriotismo en el pueblo, una nacionalidad y ese talento cubano es el que hizo el sentimiento de independencia, el que combatió cruentamente por ella 30 años, y evitó la anexión a Estados Unidos. Esos eran los veteranos. Los niños de entonces los ven como símbolo de patriotismo", subrayó.

"Pero también hay otro motivo mayor y más profundo de frustración, porque la intervención norteamericana en 1898 y hasta 1902 les permite "amarrar" el control económico, la presencia de sus empresas y objetivos capitalistas en territorio nacional, e iniciar una relación del imperio con una neocolonia que es de dependencia total, aunque formalmente éramos libres e independientes."

La pervivencia de la ocupación de parte del territorio de Guantánamo, de Cuba, con la base militar "usamericana" en la bahía es uno de los males de aquel 20 de mayo torcido por el plattismo yanqui. También por eso es la demanda cubana de la devolución incondicional de ese pedazo de patria privado de la soberanía nacional.

Es difícil darle la explicación a un niño y para él resulta complejo comprender una fecha como la del 20 de mayo de 1902, aunque le sea imprescindible y demande conocer su historia, sobre todo en las actuales circunstancias de restablecimiento de relaciones entre los Estados Unidos y Cuba.

Para Juan Gualberto Gómez, referirse a la naciente república mediatizada, nadie podía creer de buena fe que "con la instauración del régimen que ahora se inaugura" terminara aquel 20 de mayo "la obra que se iniciara el 24 de febrero de 1895 por medio de las armas".

La extraña condición de ese momento fue impuesta aunque parezca adoptada libremente. Suena contemporáneo su llamado de entonces: "Pero más que nunca hay que persistir en la reclamación de nuestra soberanía mutilada; y para alcanzarla, es fuerza adoptar de nuevo en las evoluciones de nuestra vida pública las ideas directoras y los métodos que preconizara Martí, cuando su genio previsor dio forma al sublime pensamiento de la revolución."

El propio Regino E. Boti manifestó, en numerosos escritos publicados en el periódico El Managüí de los mambises guantanameros, sus prevenciones contra los ocupantes extranjeros, en la etapa previa a la independencia formal. Incluso, más tarde, refiriéndose a la fecha de marras, tituló Gotas de hiel, un artículo en la revista Helios (Año I, No. 4, pág.7, 20 de mayo de 1908), de Santiago de Cuba, en el que declara con amargura, tristeza y pesimismo:

3 del 20 de mayoLa Ceiba de 1952 por enfermedad y muerte fue necesario sustituirla."(...) el amor al terruño, el instinto de conservación colectiva se nos ha ido mientras seguimos tras las ambiciones de unos y las bastardías de otros. Y cuando un pueblo está muerto o está agonizante cuadra hablar mejor de sepelio que de Epopeya, de Mausoleo que de Capitolio, de sudario que de bandera. ¿Por qué pues hablar de efemérides? El 20 de mayo ¿no es un epitafio?"

Con apenas 22 años, en 1900, Boti formó parte del grupo de maestros cubanos que recibió un curso de verano en la Universidad de Harvard, a cuyo término alerta a los educadores para que no se dejen atrapar en la red fuerte y temible de seducción y halagos del viaje a los Estados Unidos, y luego al regresar "sepan inculcarles a sus discípulos el amor a sus padres cubanos, a su patria, a los héroes de esta, y explicarles con ardor la epopeya que envuelven las notas dulces y bélicas del Himno Bayamés."

En las ceibas del parque guantanamero hay sin dudas generosidad y patriotismo del pueblo, y en ellas se produce "la renovación de este árbol de la libertad cubana", como lo llamó el mencionado historiador local. La Ceiba representa, sí, el 20 de mayo, y también que sigue latiendo aquí el honor de Periquito Pérez, el mismo guerrero que sufrió la ocupación militar norteamericana y asistió a la inauguración de la república mermada.

Tales argumentos en la mente y los corazones de los niños les permitirán entender mejor hoy y mañana el significado de aquel 20 de mayo de 1902, en su nación y también en su terruño. El conocer, entender y sentir el hecho les dará la satisfacción de reafirmar su patriotismo cubano y de preservar la Patria independiente y libre, sin recortes plattistas ni ingerencia extraña, que les ha ganado para siempre la Revolución y el Socialismo.

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