La calidad y agilidad con que se acomete la canalización del río de Imías pone a salvo la vida de centenares de imienses, amenazados por inundaciones a causa de constantes crecidas de ese afluente

rio imiasPara el inicio de la canalización del río Imías el Estado dispuso unos 200 mil pesos. Foto: Leonel Escalona Furones.

Aun sin terminar, la canalización del río Imías pone punto y final a la historia repetida de inundaciones que afectaban a cientos de familias y objetivos económicos del principal asentamiento poblacional del municipio homónimo, como quedó demostrado con las fuertes precipitaciones de mediados de septiembre.

“La solución, dice Yamiles Johnson Briso, especialista A de la Unidad Empresarial de Base (UEB), de la Empresa de Proyectos e investigaciones Hidráulicas, de Santiago de Cuba, es fruto de un proyecto que se aprobó tras estudiar las causas y efectos de los continuos desbordamientos del río por intensas lluvias, como las del huracán Sandy, los cuales inundaban a cerca del 90 por ciento de la población de la cabecera”.

Consiste, explica la especialista en Proyectos e Ingeniería, “en la rectificación, por etapas, de cerca de cuatro kilómetros del río desde aguas arriba de la estación de bombeo de El Mango, hasta su desembocadura en el mar, para incrementar su capacidad de evacuación, sobre todo ante grandes crecidas”.

La práctica se basa, precisa, en las Normas cubanas 48-17 de 1983, sobre Drenaje y rectificación de ríos, según las cuales, la obra local se clasifica en la categoría 3, en tanto va a asimilar un escurrimiento del gasto (cantidad de agua que corre por el río a causa de las lluvias), equivalente a mil 265 metros cúbicos por segundo.

“También tuvimos en cuenta las huellas de las crecidas en investigaciones con los vecinos. Todo ello nos ayudó a actuar conforme con lo establecido para tomar decisiones, fundamentalmente sin dañar el torrente y canalizar el cauce respetando su pendiente natural y, en lo posible, evitar la erosión”, precisa Johnson.    

Cumpliendo tales exigencias, una brigada de la Empresa de Mantenimiento de obras hidráulicas de la UEB de Oriente, radicada en Santiago de Cuba, ha ejecutado 400 metros de los previstos, el 10 por ciento de la inversión, desde finales de julio hasta la fecha.

“Inicialmente trabajamos en un tramo muy obstruido en las cercanías del referido bombeo, donde levantamos un dique para reducir la fuerza de la corriente, luego, a solicitud del Gobierno local, nos trasladamos para el puente de la vía que conduce al Consejo Popular Jesús Lores, que es la parte de mayor riesgo de inundación”, detalla Osmar Frómeta Rondón, jefe de la citada brigada.

“En esa zona -cuenta- ampliamos el fondo del río hasta 100 metros de ancho, tumbamos árboles que crecieron en el cauce, arrastramos para afuera montones de troncos y ramas, entre otros desechos. Al mismo tiempo limpiamos las luces (espacio entre columnas) del puente.

La canalización, además, incluye sendos diques a ambos lados del río: cada uno con tres metros de altura por dos de ancho de corona (la parte de arriba), lo que permite la evacuación del agua sin peligro de desbordamiento.

“Aunque no tenemos fecha de terminación, la intención es hacerlo lo antes posible para evitar otros daños si llueve. Por eso yo no descanso, empiezo a las cinco de la mañana y muchas veces son las 11 de la noche y todavía estoy afincado”, comenta Ibrahím Ramos Eteri, operador del buldózer, hombre clave.

Hasta ahora, precisa el jefe de la brigada ejecutora, “lo hecho impide las inundaciones que provocaban las crecidas y las afectaciones a los barrios Los Pinos y El Bosque, cuya población tenía que evacuarse a lugares seguros cada vez que llovía y las pérdidas materiales eran considerables”.

De hecho, históricamente eran más de 400 las viviendas que se anegaban cuando el río Imías se salía de su cauce natural, además de objetivos económicos que debían recuperarse una y otra vez.

La prueba de fuego

“La inversión tiene la calidad necesaria para contener las crecidas y evitar las inundaciones”, afirma Vilmaida Machado Londres, presidenta de la Asamblea municipal del Poder Popular.

Para ella, la prueba de fuego, ocurrió a finales de agosto, el 24 y 25, “cuando cayeron más de 295 milímetros en menos de 48 horas en la franja costera, suficientes para hacer crecer otros afluentes e inundar Yacabo Abajo, destruir el terraplén de Yacabo Arriba y otras vías, incomunicar un tramo de la Farola, pero que no pudieron sobrepasar los diques e inundar el poblado de Imías”, aseguró la dirigente.

rio imias2“Estoy más tranquila, porque parece que se encontró la mejor solución”, dijo Erelis Pérez, vecina de Los Pinos, señalando la obra que impide la penetración del río al patio de su casa. Foto: Leonel Escalona Furones.

Y de ello dieron fe muchos pobladores como Erelis Pérez, una vecina de Los Pinos, quien dijo sentirse más tranquila. “Cada vez que llovía el río se metía en la casa por el patio, y todos, las personas, los animales corríamos tremendo peligro, además se echaban a perder las pocas cosas que uno tiene…”.

Y aunque todavía le quedan ciertos celos, pues con las lluvias de finales de agosto, entró un poco de agua por la puerta delantera, tiene confianza en que el riesgo también se va a eliminar con los trabajos en la otra parte del puente. “Parece que finalmente se encontró una solución definitiva a nuestro problema”, comenta.

Lo cierto es que aun cuando la obra no está terminada, la eliminación de ese riesgo devuelve seguridad y tranquilidad a quienes, ante los pronósticos de lluvia, tenían que preparar los bultos para mudarse a casa de un familiar o un vecino y, en casos de aguaceros ocasionales como los referidos, dejar a merced de la madre natura la vivienda y sus pertenencias.

Perspectivas

Debe faltar muy poco para que los tres miembros de la brigada santiaguera, integrada por el jefe, el operador de buldócer y un chofer para los aseguramientos, dejen de trabajar en el cauce del Imías.

La razón, explica Ludis Osorio Ferrán, vicepresidenta del Poder Popular en este municipio para atender inversiones, es el agotamiento de los 200 mil pesos destinados a la primera parte de la obra que, asegura, “ha tenido un impacto muy positivo, pues resuelve problemas históricos de la comunidad”.

Ese elemento, y la probada utilidad que ya ha tenido la canalización, promovieron que la asamblea municipal del Poder Popular acordara incluir la terminación de la obra en su plan de inversiones del 2015.

rio mias3En estas condiciones está el cauce del río Imías a ambos lados del puente que conduce a Baracoa. Allí también debe llegar la canalización. Foto: Leonel Escalona Furones.

La segunda fase, aseguran los dirigentes municipales, dará más garantía a los pobladores que, entonces, podrán finalmente observar la lluvia con los pies secos.

Comentarios   

+1 #1 Roberto 08-10-2014 20:59
Demasiado optimista el titular de este artículo. Por varias cosas lo expreso. Conozco bien el lugar porque ya trabajé en la zona en un proyecto que pretendía aliviar en algo esa situación. Para quien algo sabe sobre Gestión de Riesgos, hay cosas que saltan a la vista: No hay presupuesto aprobado para terminar la obra y si fuera concluida, se impone una acción continua y mancomunada, para evitar que el descuido, o el propio accionar de la naturaleza, echen por tierra lo logrado. A pesar de lo que ahora se logre, dentro de algún tiempo habrá que acometer una acción similar. Este después no se puede convertir en un NUNCA. Gracias.
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