Las imágenes de rayos X áureas y livianas, “viajando” con su carga binaria desde los equipos descendientes del descubrimiento del físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen, hasta los mismísimos ojos de los especialistas, solo a la vuelta de un clic, ya son realidad en el Hospital General Docente Dr. Agostinho Neto.
El Proyecto de Radiografía Digital es hijo del mismo impulso que informatizó el movimiento hospitalario allí, en una primera etapa, con el sistema Galen Clinicas, y que planea extenderse a otras tecnologías con la idea de acercarnos a las prácticas de la medicina más moderna.
A vuelta de un clic
Proyecto Imagen, como también se le conoce entre el personal del gigante hospitalario, implica en esta etapa la digitalización de los servicios en el departamento de Imagenología y el cuerpo de guardia de radiología para beneficio de varias de sus consultas.
En Urgencias, detalla la doctora Zulma Luisa Barrera, subdirectora general del Neto, las radiografías digitales pueden consultarse en los cubículos de Ortopedia, Medicina Interna, Cirugía y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCIE) y Observación, y se extenderá a Máxilofacial y Otorrinonaringología más adelante.
Mientras, en el área de las salas, disponen de esa bondad las terapias intensiva e intermedia, neurocirugía, maternidad y cirugía general, además de la subdirección quirúrgica.
No se ha avanzado más, explica por su parte Erislay Quiala, licenciado en electromedicina y responsable de los equipos de imagenología, debido a que la Empresa de Automatización Integral, Cedai, no ha montado las conexiones necesarias para instalar todas las máquinas que ya están en el hospital.
Desde el punto de vista técnico, el Proyecto se sustenta sobre dos digitalizadores de imagen acoplados a sendos equipos de rayos X, un servidor donde se guarda cada resultado y decenas de computadoras en red que funcionan como terminales desde las cuales puede accederse a las radiografías, contraseña mediante.
Entre sus ventajas, la directiva enuncia la eliminación del tiempo que el paciente debía esperar el revelado de las placas, la calidad de la imagen y la posibilidad de agrandarlas, cambiar contrastes, hacer mediciones, y el ahorro de cientos de dólares cada semana en película fotográfica y químicos.
Pero tampoco es despreciable el escaso nivel de dificultad que implica. “Para los radiólogos, confirma Ángel Cuza desde sus tres décadas de experiencia, la técnica de los Rayos X no cambia, si acaso lo tienen que hacer mucho mejor para evitar que quienes hacemos el informe de los resultados salgamos a requerirlos, si resultan movidas u opacas”.
La asimilación de la tecnología tampoco tiene problemas entre el resto del personal médico, y la población, entre la cual es normal cierta resistencia, recibe de buena gana el menor tiempo de espera y la posibilidad de llevarse los resultados grabados en una memoria flash.
Su alcance, a solo semanas de la implementación extensiva, es tal que más del 80 por ciento de las radiografías que se realizan cada día son digitales. El resto se revelan para los pacientes ingresados en salas donde no está montado el sistema, desde los equipos portátiles y otras situaciones que lo requieran, refiere Mayda Cisneros, Jefa del Departamento de Imagenología.
Mientras, se trabaja para extender ese beneficio a la tomografía axial computarizada, que es digital y ya puede consultarse en algunas posiciones, y el servicio de ultrasonido.
Del dicho y del hecho
Son, aproximadamente, las 11 de la mañana cuando desde el cuerpo de guardia de ortopedia remiten a Rosemary Cardero, con la indicación de una radiografía en uno de sus miembros superiores.
Cuatro días antes, así le contó al interno vertical de ortopedia Emilio López, la también trabajadora de ese centro asistencial, se había virado un dedo de su mano derecha y, esa misma mañana, se había lastimado de nuevo. “Vine, confesó, porque siento como si hubiera una fractura”.
En el departamento de Rayos X del cuerpo de guardia nadie espera, así que todo transcurre rápido. Una de las licenciadas en Imagenología -de las tres presentes- llena en la computadora una ficha con los datos de Rosemary mientras otra le indica qué posición adoptar y, finalmente, pulsa el botón que emite las radiaciones.
Eso es todo. Con un número garabateado en un cuadrado de papel y un rostro de positivo asombro, regresa a la consulta de Ortopedia donde tampoco tiene que esperar. El doctor Emilio da un par de clics, rellena la interfaz de usuario del Sistema de Radiografía Digital, y accede a la imagen. No hay fractura a la vista.
“Ha sido todo muy rápido, es genial no tener que esperar por el revelado de la placa y andar con ella para arriba y para abajo. Al final, podré llegar a mi casa mucho antes de lo que había previsto, y sin un yeso”, concluye la paciente.
Para el bisoño galeno, no hay dudas de las ventajas del Proyecto Imagen. “Con solo tener conocimientos básicos de computación es suficiente. Para ortopedia, además, resulta muy útil la posibilidad de subir contrastes, agrandar la imagen…, pues nos permite detectar pequeñas lesiones que antes se escapaban”.
Para el especialista en Medicina intensiva y Emergencia Dislay Pineda, la posibilidad de radiografías al momento, y aclara que en la UCIE la mayoría de los enfermos no pueden trasladarse hasta los equipos con digitalizadores de imagen, ayuda sobre todo a la evolución del paciente politraumatizado.
“Los 10 primeros minutos de un paciente con politrauma que llega a nuestros servicios se conocen como la Vida de oro, pues lo que hagamos en ese tiempo puede hacer la diferencia, desde evitar una serie de complicaciones propias de estos casos hasta la muerte.
El más reciente que atendió el especialista es un ejemplo típico: “El caso entró directamente a rayos X y en menos de cinco minutos un equipo de cirujanos y ortopédicos valoró la mejor opción, y procedió. En otros tiempos, nos hubiéramos tardado al menos 15 minutos más, solo para valorar la radiografía”.
Perspectivas
Jackeline Ortiz Fidalgo, jefa de Informática y Comunicaciones del Sectorial provincial de Salud, dio más luces sobre el proceso de informatización de los sistemas.
Sobre el Proyecto de Radiografía Digital, explicó a Venceremos que desde marzo se aplica en el Agostinho Neto, donde se han beneficiado 15 áreas entre consultas, salas y oficinas administrativas, y el Pediátrico Pedro Agustín Pérez, que ha logrado extender ese beneficio a cinco posiciones.
La idea, confirmó la ingeniera en Ciencias Informáticas, es que se aplique también en el Hospital Octavio de la Concepción y la Pedraja, de Baracoa, donde está en proceso de implementación.
Por parte, el Galen Clínicas, que por lo general solo se ocupa del movimiento hospitalario aunque tiene usos más amplios; se aplica igualmente en ambos centros de la urbe guantanamera, mientras el de la Ciudad Primada deberá esperar una segunda etapa.
Más adelante, se espera montar el Galen en dos policlínicos de la provincia, de manera experimental.
Ya desde inicios de 2016, funcionaba en hospitales y policlínicos de la más oriental el Registro de fallecidos, que gestiona los certificados de las defunciones con fines estadísticos y puede ser consultado en el municipio, la provincia y el Ministerio.
La finalidad del proceso de informatización, resultante de un encargo del Ministerio de Salud Pública, revela la Ingeniera, “es llegar a la digitalización de las historias clínicas, con el objetivo de que sean únicas, puedan actualizarse en tiempo real y ser consultadas desde todo el país”.